Tras la victoria de la opción “En contra” en el plebiscito del 17 de diciembre, el presidente Gabriel Boric alzó la voz y reconoció que el cierre de la discusión constitucional solo grafica la gran deuda política que los representantes populares tienen con la ciudadanía. Declaraciones que en lo concreto, reconocen como una derrota para toda la clase política el no haber logrado llegar a un mínimo de acuerdos en la elaboración de una nueva Carta Fundamental. Una deuda que desde la visión del Ejecutivo, tiene que movilizar tanto al oficialismo como a la oposición a abandonar sus trincheras y buscar los acuerdos necesarios para ayudar a la ciudadanía. Sobre esto, hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con Claudio Pérez, director ejecutivo del Centro de Estudios del Desarrollo (CED).
Post plebiscito, ¿cómo se evalúa la distancia que existe entre los partidos políticos y las demandas ciudadanas?
“Esto de cierta manera ratifica algo que se venía diciendo desde hace mucho tiempo, no solamente ahora, la disociación que existe entre los partidos políticos y la ciudadanía. Los partidos políticos, dentro de unas funciones tradicionales, tienen precisamente intermediar entre la ciudadanía y el Estado, agregar demandas, priorizar demandas, analizarlas, proponer respuestas y soluciones a esas demandas. Pero desde hace bastante tiempo que los partidos políticos no lo están haciendo bien, no están cumpliendo bien una de sus funciones tradicionales, eso significa que existe una disociación bien importante entre la ciudadanía y la élite política”, señala Claudio Pérez.
“Y aquí ocurre una cuestión bien compleja, porque existe un malestar acumulado en la ciudadanía. Parte importante de ese malestar se manifestó precisamente en el estallido social del año 2019. La respuesta del año 2019 de la élite política fue precisamente decir esto se resuelve, esto se descomprime, podemos avanzar a través de un texto constitucional, a través de una nueva constitución. Y entramos en un proceso que duró cuatro años de discusión por un texto constitucional”, indica el director ejecutivo del CED.
“En dicho período se llevaron a cabo dos propuestas constitucionales, representando dos extremos. Cuando la ciudadanía, y esto lo han señalado también muchos estudios que hablan de que la mayoría de la ciudadanía lo que está buscando son los acuerdos políticos, el diálogo, la generación de ese espacio de deliberación para construir acuerdos políticos. Y lo que ocurre hoy día en las dos propuestas constitucionales es que son más bien propuestas constitucionales de extremos, en cierta medida para construir programas políticos a través de un texto constitucional”, afirma Claudio Pérez.
“Entonces, cómo se plantea de esa forma la discusión constitucional, más bien en la dinámica de unos contra otros, la misma ciudadanía que le da una mayoría a la izquierda para la elaboración de la primera propuesta constitucional, termina rechazando esa propuesta. La misma ciudadanía que le da la mayoría a la derecha para construir un texto constitucional termina rechazando esa propuesta. Yo diría que aquí lo que existe es por un lado la élite política construyendo desde trincheras políticas, no desde los acuerdos, y por otro lado esta disociación bien importante por parte de los partidos políticos con la ciudadanía”, asegura el director ejecutivo del CED.
“Probablemente si hubiésemos tenido este proceso constitucional en el año 92, 93, nadie habría dudado que los protagonistas de esto tenían que ser los partidos políticos. Como esto ocurre muchos años después con un descrédito de las instituciones políticas y de los partidos políticos, la primera propuesta constitucional se construye en un eslogan “sin partidos políticos”. Y si uno recuerda el texto constitucional de la primera propuesta ni siquiera hablaba de partidos políticos. Ahora, por el contrario, en esta segunda parte, los partidos políticos tienen un rol bien importante y el texto constitucional también valora los partidos políticos. Tampoco es decir: los partidos políticos van a resolver todo este problema. Porque el problema es mucho más profundo, sin embargo son estos movimientos los que tienen que tener un mayor protagonismo en la toma de decisiones”, sostiene Claudio Pérez.
Este desajuste entre la gente y la clase política es un fenómeno que se da a nivel mundial
“Sin ninguna duda, cómo tú señalabas y como daba cuenta el estudio al cual hacía mención la profesora Araujo, efectivamente la ciudadanía es una ciudadanía que está interesada en los temas públicos, pero la élite política o los partidos políticos no son capaces de canalizar ese interés. Entonces hay un desapego entre la ciudadanía que le interesa los temas públicos y le interesa que se resuelva su problema y los partidos políticos o la élite política muy desacoplada precisamente de aquello. De ese interés de la ciudadanía, debe nacer una respuesta a las demandas y la búsqueda de una construcción de acuerdos para resolver esos problemas y eso no lo ha leído muy bien la élite política porque ha estado pasando de un lado a otro”, plantea el director ejecutivo del CED.
“Ahora, esto es un problema mucho más complejo porque si tú miras por ejemplo en Latinoamérica las últimas elecciones durante ya bastante tiempo siempre ha ganado la oposición, nos hemos estado moviendo en temas de gobernabilidad, de oficialismo, oposición de forma muy permanente y eso da cuenta de que los gobiernos cuando llegan al ejecutivo no logran instalar una agenda de largo plazo para dar respuesta a esas demandas ciudadanas, entonces nos estamos moviendo con un descrédito de la élite política, de los partidos políticos muy complejo, que efectivamente no es capaz de canalizar estas legítimas demandas de la ciudadanía”, fundamenta Claudio Pérez.
“Y en el tema constitucional, claro, efectivamente la propuesta elaborada por la comisión de expertos y expertas lograba concitar cierta mayoría, cierto consenso, pero es un documento que no se plebiscita, entonces tampoco sabemos cómo lo habría votado la ciudadanía, pero sí en lo que se conversaba en los distintos partidos, los distintos actores políticos, era un texto que dejaba medianamente satisfecho”, complementa el director ejecutivo del CED.
“El tema es que efectivamente ese fue un texto bueno, a mí me parece que era un buen texto, efectivamente para una propuesta constitucional, pero no fue un texto plebiscitado, entonces cuando se lleva a la discusión política propiamente de los actores políticos, nos terminó ocurriendo en el primer proceso que se tiende a polarizar esto. Es decir, más allá de una propuesta que podía construir acuerdos, generar consensos, lo que se buscó por parte de la derecha, fue más bien construir una agenda política, tensionarla en varios temas para construir una agenda política, y eso la ciudadanía de nuevo nos está diciendo, no queremos esto, queremos construcción de acuerdo, queremos espacio de diálogo”, comenta Claudio Pérez.
“Pero hay una cosa que me parece mucho más compleja a mí, que es que después de cuatro años, los partidos políticos y la élite política no logró ponerse de acuerdo, y eso nos va a seguir pasando la cuenta, porque la ciudadanía sigue, yo soy de los que creen que lo que produjo el estallido social del año 2019 es algo que todavía está acumulado, que no sabemos cómo se va a volver a manifestar después, no sabemos cuándo, en el corto plazo, en el largo plazo, pero va a seguir existiendo este malestar en la ciudadanía respecto de los abusos, respecto de una serie de demandas, como por ejemplo los temas de salud, los temas de pensiones, si uno agrega estos últimos años los temas de seguridad ciudadana”, ahonda el director ejecutivo del CED.
“Lo más preocupante es eso,que siempre los vacíos de poder, alguien los termina tomando, alguien termina siempre tomando las decisiones y haciéndose cargo de los vacíos de poder, y si eso no lo resuelven rápidamente es complejo. Yo en esto soy muy crítico de los partidos políticos, pero a la vez muy defensor de la institución de los partidos políticos, yo creo que los partidos políticos son fundamentales para la democracia, pero los tenemos que modernizar completamente, fortalecer completamente, y cuando me refiero a esto, me estoy refiriendo a partidos políticos tradicionales y partidos políticos nuevos, aplica para todos por igual”, concluye en Palabra Que Es Noticia Claudio Pérez.