El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) busca transformar la estructura estatal argentina mediante medidas de ajuste fiscal y reducción del gasto público, con el objetivo de alcanzar el 5 % del Producto Interno Bruto (PIB) en dicho país. Proceso que se busca implementar por medio de una serie de leyes destinadas a reintegrar impuestos, reajustar funciones administrativas y revisar acuerdos comerciales. A eso se le suma que el portavoz presidencial, Manuel Adorni, informó que el gobierno pondrá en marcha una medida que busca no renovar alrededor de 5.000 contratos públicos e iniciar la auditoría de más de un millón de planes sociales. Decisión que afectará directamente a todos los empleados transitorios de la Administración federal y a los de diversos entes públicos de Argentina. Sobre esto, hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con Alejandro Vanoli, economista, expresidente del Banco Central de Argentina y exdirector de la Administración Nacional de la Seguridad Social.
¿Cómo se han tomado las primeras medidas que ha implementado el presidente Javier Milei?
“En general es un universo muy vasto de medidas y recién en unas cuantas semanas o meses estas podrán ser aplicadas. Pero sin duda hubo un rechazo mayoritario a las medidas. Eso se vio el miércoles, cuando tras el anuncio del DNU, en las grandes ciudades de Argentina se comenzaron a sentir cacerolazos, rememorando lo que pasó en Argentina el año 2001-2002. Donde no solo participaron personas que abiertamente están en contra de este gobierno, sino que también ciudadanos de clase media que en su momento apoyaron a Milei. Y si bien es cierto, el presidente tiene aún una imagen favorable, y el crédito de empezar el gobierno. Pero a pocos días el rechazo a muchas de sus medidas está creciendo”, señala Alejandro Vanoli.
¿Nos puede explicar la manera en que el presidente de Argentina anuncia estos decretos, que tengo entendido no pasan por el poder legislativo? ¿Cuáles de estos decretos le parece más preocupante? y ¿cómo van a ir avanzando considerando que ya están quebrados económicamente?
“En particular es verdad, no hay presidentes en Argentina que hayan sacado un decreto de necesidad y urgencia, y que a través de este se modifiquen cerca de 300 leyes. No obstante, esta posibilidad expresa el espíritu de que el presidente pueda, en situaciones muy excepcionales, disponer de algunas medidas. Pero esto tiene límites constitucionales muy claros, y acá hay dos vías. Para que sea rechazado, el parlamento tiene 1 mes para analizarlos y puede aprobarlo o rechazarlo. Y por otro está la vía judicial, por medio de las medidas cautelares, presentada por distintos grupos de interés que se sienten legítimamente afectados por estos decretos”, indica el expresidente del Banco Central de Argentina.
“En concreto con las medidas, puedo decir que es una vastedad amplia de leyes que intentan quitarle poder al Estado, disminuir derechos laborales y que en definitiva tiene efectos muy negativos. No se entiende la necesidad y la urgencia, por ejemplo en regulaciones de las fronteras. Otro ejemplo son las medidas de alquileres, con lo cual, a partir de ahora los propietarios podrán fijar los precios solo según las leyes del mercado. Normas que permitían la libertad de afiliación sindical, el derecho a huelga, el derecho a las asambleas. También se elimina la ley de abastecimiento, algo que permitía al Estado frenar abusos en la alza de precios”, afirma Alejandro Vanoli.
“Estas medidas van en la línea de la intención de marcar un cambio muy profundo. Es una reforma económica sin precedentes, y mucho más profunda en su sesgo neoliberal. Mucho más que las de Menem en los 90, de Videla en dictadura o más recientemente en el período de Macri. Sin embargo, habrá que ver la reacción de los sectores políticos del Congreso, el poder judicial, pero sobre todo la reacción de la gente. Un punto clave para la viabilidad de este decreto. En qué medida se articula una resistencia a los aspectos más cuestionables”, asegura el expresidente del Banco Central de Argentina.
Estas políticas me recuerdan a la dictadura en Chile, ya que fueron leyes realizadas a través de decretos, sin discusión o debate. En ese marco, ¿es viable en Argentina esta manera de hacer las cosas?
“Este DNU se enmarca en una serie de medidas impuestas por el Gobierno, que fue una devaluación del 120%, una quita de subsidios al transporte y energía, liberación de los precios. Así que fuera del decreto, lo que ocurre es un salto inflacionario impresionante y una caída muy fuerte del salario real. Así que hay muchísima preocupación, desde los sectores más pobres hasta los sectores medios. Por un lado hay un creciente rechazo a las medidas, pero todavía hay un sector que cree que todo se debe a decisiones anteriores. Pero sin duda, todas las decisiones han provocado un agravamiento de nuestros problemas. Yo creo que el malestar está latente, pero no ha llegado a toda su dimensión. Pero de acá a marzo-abril, la resistencia ciudadana va a ser más importante”, concluye en Palabra Que Es Noticia Alejandro Vanoli.