El anuncio del nuevo cálculo de los Índices en Costos de Salud (ICSA), impulsado por el Ejecutivo, ha sido recibido de mala manera por los congresistas. Especialmente los de su bancada, que ven esto como un perdonazo a las Isapres. Sobre esto y los pasos realmente necesario a seguir en este escenario, conversamos en Palabra Que Es Noticia con Osvaldo Artaza, exministro de Salud y decano de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales de la Universidad de Las Américas.
¿Donde se ubica usted en toda esta polémica que envuelve al sistema de salud, crisis de las isapres, etc.?
Bueno, la única parte que veo es que el problema hay que solucionarlo cumpliendo con los fallos judiciales. En Chile, todos estamos obligados a cumplir con la ley, y por lo tanto las ISAPRES tienen que cumplir con la ley. No hay ninguna vuelta posible.
El tema está en que todos sabemos que el cumplimiento de los fallos puede poner en riesgo la atención de las personas y la sostenibilidad del sistema, por lo tanto hay que buscar una solución que no se convierta en un perdonazo. Por lo tanto, la línea es muy delgada, no hay mucho espacio, y por lo tanto hay dos herramientas que se están desplegando para el corto plazo.
Una es la ley corta, que está avanzando, pero muy lentamente. Recién se votó uno de sus artículos que tiene que ver con el tema del 7%, pero todavía falta mucho y eso hay que acelerar el trámite de esa ley corta.
Y por otro lado, el Ejecutivo tuvo una iniciativa dado todo el despliegue comunicacional de la ISAPRES, que tiene un discurso muy catastrofista, de una herramienta que se aplica todos los años aproximadamente en julio, que es el indicador de costos de la salud, que sustenta con una base sólida un alza que se hace todos los años con respecto al precio base de los planes.
Entonces, el Ejecutivo dijo, bueno, una medida complementaria para no tener algún problema con respecto a que el sistema pueda sostenerse. Entonces, vamos a adelantarlo. Tampoco se trata de algo nuevo o de pasar dinero que no corresponde, sino simplemente adelantar algo normal que se hace todos los años. Eso es todo.
Pero esta idea ha generado problemas con parlamentarios de su sector. ¿Cómo ve usted este panorama desde la gestión política? ¿Quién está «cortando el queque» en todo esto?
Bueno, siempre se puede mejorar las comunicaciones, siempre se puede mejorar el punto de vista de mejores y más conversaciones a la hora de generar negociaciones,
Pero lo que sí hay que hacer es la siguiente pregunta de fondo. ¿Vamos a permitir que caigan las ISAPRES, sí o no? Esa es la pregunta que hay que hacer.
Pero la ministra de Salud ha dicho todo el tiempo que no.
Pues yo le creo, pero ahora hay que preguntarle a los parlamentarios. ¿Vamos a permitir que el sistema ISAPRE sobreviva? Partiendo de la base que cumpla estrictamente con los fallos. Esa es la pregunta.
Si la respuesta es que queremos dejar caer a la ISAPRE, ok. Dejemos caer a la ISAPRE, pero hay que tomar todas unas previsiones responsables para que las personas no queden ahí como jamón del sándwich. Hay que hacerse responsable de esa decisión.
Ahora, si la respuesta es ok, hagamos que el sistema ISAPRE sobreviva cumpliendo con los fallos, porque eso es incuestionable, entonces el tema está en que hay que aprobar la ley corta y hay que ver medidas complementarias, porque de la ley corta ya sabemos que no es suficiente, porque fíjese que coincidió dos fallos de la Corte Suprema.
Y además de adelantar el indicador ICSA. Cuestión que si no se hace ahora, igual hay que hacerlo en julio. Porque la idea era hacerlo a principios del próximo año. No es inventar algo nuevo. Ahora, aunque se aplique el ICSA de manera adelantada, va a haber que legislar algunas medidas que permita que cambie el modelo de negocio de las ISAPRES, para que puedan sobrevivir los años que van a requerir para pagar y cumplir con el fallo.
¿El salvataje tiene que ser a cambio de algo?
Aquí no hay que perder el foco, lo importante es proteger a las personas. Estoy de acuerdo en que aquí las grandes responsables fueron las ISAPRES, que en tiempos de vacas gordas hicieron grandes utilidades y teniendo a la vista que lo que estaban haciendo era incorrecto, lo siguen haciendo. Eso es indiscutible.
Pero también hay otro gran responsable, que es el colegiado, o sea, el sistema político chileno, que después del fallo del Tribunal Constitucional del 2010, debía haber legislado para cambiar el sistema ISAPRE y nunca lo hizo, porque hubo incapacidad de acuerdo político.
Entonces, ahora hay que conseguir la ley corta, hay que aprobarla, hay que lograr convencer de que el adelanto del ICSA es una herramienta importante para poder salir del paso. Pero por otro lado hay que decir que la ISAPRE tal como está, yo lo he dicho por todos los medios, la ISAPRE tal como está, tenemos que asumir que no puede seguir existiendo.
Por lo tanto, hay que modificar por ley cómo se relacionan con las clínicas privadas, o sea, los mecanismos de pago. Hay que terminar con las discriminaciones que ellos hacen por sector, porque es inconstitucional y por lo tanto ellos tienen que tener alguna suerte de fondo de conversación entre ellos para terminar con todo tipo de discriminación.
Entonces, lo que tiene que suceder, además de la ley corta y del adelanto del ICSA, es una pequeña reforma, no es una gran reforma, es una pequeña reforma que cambien las reglas del juego para que lo que siga para los próximos años sea un sistema distinto, no discriminatorio, y que sea más eficiente, para que las ISAPRES pueda justamente cumplir con los fallos.
¿Usted cree que la ministra tiene las habilidades para este tipo de negociación política?
Es pésimo que me hagan esa pregunta, porque yo soy del viejo estilo republicano, del cual siempre un exministro no puede opinar sobre una persona que está en el cargo en el que uno estuvo. Para más remate, la ministra Aguilera trabajó conmigo cuando yo estaba en el Ministerio y le tengo un respeto altísimo. Siempre en la vida uno puede hacer las cosas mejor, pero no me pide a mí que haga un juicio de una colega a la cual le tengo un altísimo aprecio.
Lo que sí yo les tengo que decir, es que hoy es el momento de dejar la chimuchina política y la tontera y sentarse a conversar y a negociar, porque el tiempo es corto y hay que cumplir con dos principios que todo el mundo dice. En principio, los fallos se tienen que cumplir y que las personas que están en el sistema de ISAPRES no pueden verse afectadas. Hay que sentarse a negociar para resolverlo ahora y no seguir haciendo puntos políticos, haciendo gallitos.
Eso habla muy mal de la clase política, así como habla muy mal de las ISAPRES, y de cómo se comportaron en el pasado. Entonces, hoy día yo creo que ya no es el momento de buscar responsables o de señalar con el dedo, sino que es el momento de buscar soluciones.
Si alguien me pregunta, ¿qué quisiera transmitir? ¿Cuál es el foco que quisiera transmitir a quienes están escuchando? Por favor: conversar, conversar, y sentarse a negociar.