La historia de la música nos ha dejado muchas anécdotas para recordar. Especialmente, si se trata de leyendas que vivieron épocas tan especiales y sagradas como los 60 y 70.
En ese sentido, estrellas como David Bowie y John Lennon no estuvieron de situaciones que hasta hoy sacan sonrisas al recordarlo. Y hay una que, de hecho, los involucra a ambos.
El narrador en esta ocasión es el reputado productor Tony Visconti, quien en 1974 grabó con los dos material para Young Americans (1975), el noveno larga duración de Bowie.
Visconti y su inolvidable recuerdo de Bowie y Lennon
Visconti cuenta que, una noche, David se fue antes del estudio porque Lennon iba a visitarlo en su suite del hotel donde se estaba quedando. No obstante, el cantante le confesó a su colaborador que el ex beatle le daba un poco de miedo.
«¿Te importaría venir después del trabajo, cuando termines de recoger y todo eso, te importaría venir y amortiguar un poco la reunión?», le preguntó el «Duque Blanco» a Tony.
Visconti, por supuesto, aceptó. Iba a estar con el mismísimo Lennon. Pero al llegar a la cita, se encuentra con una imagen en particular que nadie podría olvidar.
«Subo a la habitación de David y llamo mucho a la puerta y nadie contesta», narra Visconti. «Pero oigo un montón de forcejeos detrás de la puerta y, finalmente, no sé quién contestó, pero creo que era Neil Aspinall, uno de los cuidadores de los Beatles», recuerda en The Bob Lefsetz Podcast.
Le dijo: «Soy Tony. Tony Visconti. David me pidió que viniera esta noche». Y ante esto le responden: Sí, dale. Estábamos un poco preocupados de que fueras la policía«. Una vez que entró en la suite, Visconti y sus ojos tomaron una fotografía que aún tiene enmarcada en su cabeza.
«En el suelo estaban David y una hermosa mujer hispana, realmente muy hermosa, y entre ellos había como una montaña de cocaína», revela. «Era el Everest, pero de unos 15 centímetros de altura. Ya sabes, con pistas de esquí. Y en el sofá mi ídolo, John Lennon. No lo podía creer».
Eventualmente, el productor se sentó y comenzó a charlar con él. Mientras que David Bowie estaba tan muerto de miedo, que ni siquiera podia mirar a los ojos a John, así que esnifaba algunas líneas con la chica.
El hielo al final se rompió luego de que el compositor de «Starman» comenzara a hacer un retrato de su colega en un pedazo de papel. Y Lennon lo vio, así que comenzó a dibujar a Bowie.