Un día como hoy nació el icónico Jim Morrison. Desde aquel atronador álbum debut de The Doors, el originario de Florida creo toda una reputación a su alrededor, que aún en el presente continúa marcando a varias personas.
El emblemático cantante se convirtió rápidamente en toda una figura pop. Su gran talento y desplante musical lo dejaron en la historia como una de los mejores frontman y voces de la música. Sin embargo, Morrison contaba con una personalidad digna de retratar en el cine.
Val Kilmer en la piel Jim Morrison
Y lo hicieron, en 1991, a través de The Doors, que aunque muestra el auge de la banda, también quiso mostrar en el caótico estilo de vida que llevaba «El Rey Lagarto». Y pese a que la cinta tuvo críticas severas, logró quizás una de las mejores caracterizaciones de un músico en la ficción.
El encargado de darle vida a Jim en la pantalla grande, fue el retirado Val Kilmer. Pero, lo que no tanta gente sabe, es que el papel dejó en el actor una marca que tuvo que atender con urgencia.
Como suele suceder con este tipo de roles, los actores se comprometen más de lo normal con ellos, y Kilmer no fue la excepción. Aunque muchos puedes argumentar que se le anduvo pasando la mano un tanto.
Es de conocimiento público que, el colega de Tom Cruise en Top Gun, se aprendió 50 canciones de The Doors un año antes de empezar el rodaje. Además de, por supuesto, de aprenderse absolutamente todo lo que tenía que ver con la manera de ser de Morrison: sus movimientos, su vestimenta, la forma de hablar, sus códigos arriba del escenario.
Al final, cuando la película estuvo lista, The Doors ni siquiera fue capaz de diferenciar la voz de Jim Morrison con la de Val Kilmer. Pero ¿habrá valido realmente la pena tanto compromiso por parte suya?
La respuesta a esa pregunta solo la puede dar entregar él mismo. No obstante, parecía inevitable que, luego de ponerse en la piel del frontman, Val terminara sentado en un sillón contándole de sus marcas a un profesional.