Noticias

Estudio científico: Alzheimer «transmisible» en personas que recibieron implantes de hormonas del crecimiento

Pruebas científicas sugieren que la utilización de implantes de hormonas del crecimiento podrían contribuir a la transmisión de Alzheimer.

Alzheimer
Getty Images

El Alzheimer, es una forma de demencia. Esta enfermedad puede tener consecuencias devastadoras no solo para quienes la padecen, sino también para sus seres queridos que comparten el camino con ellos.

La película «La Memoria Infinita», creada por Maite Alberdi, encuentra su inspiración en la patología del Alzheimer. A través de esta producción documental, se narra la vida de la actriz Paulina Urrutia y del periodista Augusto Góngora, quienes enfrentan juntos la enfermedad que afecta a este último.

El Alzheimer no es una enfermedad que se propague de forma viral o bacteriana. Sin embargo, según un estudio, existen indicios de que podría haberse transmitido a pacientes que recibieron implantes de la hormona del crecimiento.

La relación entre el Alzheimer e implantes de hormonas de crecimiento

Desde hace tiempo, se ha estado considerando una hipótesis que sugiere que el Alzheimer podría transmitirse al introducir las poteínas asociadas con la enfermedad progresiva generando así una especie de «siembra» de dichas proteínas.

De acuerdo con informes de la revista Nature, los investigadores han verificado que la enfermedad pudo transmitirse mediante intervenciones quirúrgicas.

La investigación se basó en estudios realizados en pacientes que habían recibido implantes de hormona del crecimiento procedentes de cadáveres. Esta práctica, al menos en el Reino Unido, fue descontinuada en 1985, lo que la convierte en un procedimiento médico obsoleto.

En la última década, el neurólogo John Collinge, de University College London, encabezó las investigaciones sobre este tema.

Los participantes en el estudio fueron individuos que en su infancia se sometieron al tratamiento con hormonas del crecimiento obtenida de glándulas pituitarias de donantes fallecidos. Este tratamiento tenía como objetivo abordar condiciones médicas como la baja estatura.

En consecuencia, el estudio reveló que ciertos individuos tratados de esta manera desarrollaron demencia de inicio temprano. Además, se observó la presencia de placas de la proteína beta-amiloide en el cerebro de algunos pacientes. A partir de la investigación, se plantea la hipótesis de que estas placas fueron «implantadas» en el cerebro de los receptores, provocando el daño correspondiente, según consignó Rock&Pop.

Es crucial destacar que la investigación se llevó a acabo con un reducido grupo de pacientes. Y que la transmisión estaba vinculada a prácticas médicas ya obsoletas. Además, los autores del artículo enfatizan que los resultados no insinúan que el Alzheimer y otras formas de demencia sean contagiosas.


Contenido patrocinado

Compartir