ENTREVISTAS

Pablo Zamora sobre Litio: SQM «se tiene que poner al servicio de Chile»

En #FuturoPSP conversamos sobre cómo la innovación puede estar al servicio de las problemáticas sociales, uno de los temas que estará tratando el Congreso Futuro 2024, junto al especialista en innovación y políticas públicas, presidente del directorio de Fundación Chile y cofundador de The Not Company.

Hector Muñoz |

Pablo Zamora Psp 01 Web

Pablo Zamora Psp 01 Web

Quedan 10 días para el comienzo del Congreso Futuro 2024, que pone su foco en la inteligencia artificial, sus oportunidades y desafíos en el mundo actual. En distintas charlas y talleres se abordarán temáticas como gobernabilidad, sociedad, innovación y educación, con expositores de todo el mundo. Sin duda esta tecnología es la que mayor impacto y desafíos ha presentado en los últimos años. Sin embargo, cabe preguntarse cómo la investigación en innovación puede estar al servicio de las problemáticas sociales. Sobre esto, en Palabras Sacan palabras conversamos con Pablo Zamora, especialista en innovación y políticas públicas, presidente del directorio de Fundación Chile y cofundador de The Not Company.

Tú decías que no contratabas a nadie que ponía en su currículum el colegio…

“El sentido de la frase está estrictamente cierto. Porque hay gente que asume que el colegio es lo más importante que le ha ocurrido y de algún modo tratan de ganar espacio. Por  los colegios donde ellos fueron. Y eso va en desmedro para mí de procesos más democráticos de contratación. O sea, cuando tú vas a un lugar competitivo, no importa el colegio, porque los colegios de la élite son el reflejo de cuánta plata tus padres pudieron pagar para ponerte ahí. Y no es reflejo de tu performance, no es reflejo de tus capacidades. Es completamente injusto para alguien que viene de una parte que no sea de elite, que no tiene esa capacidad de pago, de competir contigo. Entonces muchas veces la gente que viene de estos colegios como de algún modo buscan cierto grado de empatía. Y eso a mí no me gusta, no me gusta como como dar ventajas por inequidades estructurales”, señala Pablo Zamora.

¿Pero tú a qué colegio fuiste tú?

“A un colegio Melipilla, que se llama Alonso Ercilla muy malo. Y otro colegio se llama Ignacio Serrano, pero da lo mismo. En el fondo yo he visto gente que ha llegado a mí y me dice oye, yo soy no sé, Saint George, yo soy el del Colegio Cumbre. Y eso es suficiente motivo para ser contratado, porque te traigo una red de contactos que a mí personalmente no me interesa. Entonces, en ese sentido, no es que el colegio sea irrelevante, es que querer comprar como especie de indulgencia por el colegio donde tú fuiste no es algo que yo comulgo porque yo evalúo a la gente, si viene a Universidad Tarapacá o viene de la Universidad de Antofagasta o la Universidad de Aysén, o la Universidad Adolfo Ibáñez, a mí vale lo que hizo, con qué trabajó, cuál es su cuál es su formación valórica, cómo se comporta más que del nicho de donde venga”, indica el cofundador de The Not Company.

Eso justamente te iba a preguntar, que debe ser muy violenta esa presentación…

“Y me ocurre siempre, y de hecho, cuando yo viví muchos años fuera de Chile, la primera carta de presentación de un chileno era preguntarte el colegio donde había estudiado. O sea, segunda pregunta tu nombre y de qué colegio saliste. Absolutamente absurdo, porque es como clasismo estructural”, afirma Pablo Zamora.

En Estados Unidos nadie habla de eso, ¿no?

“Una sociedad tan enquistada como la nuestra, como estar preguntando qué colegio, El apellido que tenía, si saliste a un colegio de élite, ya ganaste el 50% de la carrera y hay gente que lo replica porque en el fondo hay una como una presión de selección a seleccionar gente de tu propio grupo. Y eso está mal porque atenta contra un proceso democrático de contratación. Para nosotros suena como naturalizado que sea relevante pero es absolutamente irracional, para cualquier sociedad desarrollada que tú evalúes por cuanta capacidad de pago tenían tus papás”, asegura el cofundador de The Not Company.

¿Tú notas que ha ido cambiando los emprendedores más jóvenes? Porque claro, en digámoslo en la elite más conservadora esto ya está demasiado instalado y no sé si se va a poder cambiar, pero la gente de tu edad, los emprendedores que que han surgido las últimas décadas

“Yo creo que es difícil porque las réplicas de la elite de algún modo o de los grupos de poder, los colegios de élite, son un subgrupo de un universo paralelo a la sociedad y replican esas estructuras hacia arriba porque de algun modo les trae beneficios sus redes de contacto. Sin embargo, existimos muchos que no venimos de colegios de élite, que hicimos el camino más largo quizás, y que nadie nos puso sesgos, pero sí fuimos demostrando en el tiempo que éramos capaces de desarrollar cosas importantes. Entonces, como tomar atajos, a mí no me gusta. Entonces, si hay alguien que tiene que hacerlo bien, que todos partamos de la misma base. Y no por cuánta plata tu papá es capaz de pagar, que en sí mismo no está mal que lo hayan hecho. Pero no es justo para las personas que no tuvieron esos privilegios de entrar a competir en desventaja”, sostiene Pablo Zamora.

Es que es que no solamente no es justo, hay algo que yo considero que es violento, que además es tan inconsciente, que no existe como tema. Es como los que vendían cerezas en Lo Curro. Es como siempre hay una suerte como de idea de mérito ahí no, que yo partí igual en el fondo yo vendía cerezas cuando chico. No hay conciencia de mérito, ni de de privilegio. Y aquí enganchamos con el tema también de la innovación, la educación, el desarrollo y la posibilidad. La única posibilidad que uno ve también de hacer un cambio y un salto al al desarrollo, que no hay otra opción que no venga de ahí.

“Desde la ciencia y la tecnología, el conocimiento. No hay como Chile salga de este estancamiento. De hecho, imagínate que que Japón no ha crecido en 20 años. Los empresarios conservadores lloran por el bajo crecimiento y Japón no crece hace veintitantos años y el desarrollo de la tecnología, desarrollaron tan buenos cimientos en su sociedad que se pueden dar el lujo de no crecer y no sufrir ninguna crisis como la tenemos nosotros. Entonces, no pensar que la ciencia, la tecnología, el conocimiento, la exportación de de valor agregado en nuestros productos es un es una necesidad y una urgencia. Es como un error estratégico bajo mi mirada y ahí necesitas un montón de elementos para que eso termine ocurriendo, no solamente voluntad política, sino capacidad de un Estado empoderado, capacidades técnicas profundas, colaboración público privada”, comenta el cofundador de The Not Company.

Dijiste hace un tiempo falta audacia por parte de quienes tienen el capital en Chile. Que invierten siempre lo mismo.

“Sí, 100%. Porque son rentistas. El modelo chileno, bajo mi mirada, ha sido muy exitoso haciendo muy poco esfuerzo intelectual. Entonces, cuando tú desarrollas negocio comoditizados, o sea, si no generas valor agregado a los productos y fuiste muy exitoso explotando la naturaleza en desmedro a cualquier cosa, por qué vas a cambiar. Entonces, esos negocios que muchos de ellos fueron obtenidos en en condiciones súper oscuras en dictadura, donde los precios de la empresas públicas bajaron a piso y se lo adquirieron y otros tomaron herencias de fortunas y administraron negocios que son antiguos. Es difícil que que ellos tomen la decisión de hacer algo diferente porque han sido muy exitosos. Entonces tiene que haber una generación emergente nueva que valore, primero que nada la descomoditización de nuestros productos. Y segundo, tiene que haber un Estado que permita dar lineamiento estratégico a través, bajo mi mirada de una política industrial en el cual le diga cuáles son los incentivos para que estos caminos que quieren tomar estos territorios se alineen para desarrollar estas vocaciones productivas. Y eso requiere que se ensamble en un montón de elementos que hoy día el conservadurismo de parte del empresariado no lo permite, porque el Estado cacha esta de cierta medida coaptado. Y ese conservadurismo evita que cualquier movimiento sea un escándalo en Chile, o sea, la reforma de pensiones. Repensar el sistema educativo es un escándalo en Chile, entonces, hay tal nivel como de acomodo y obviamente empresarios que son tan absolutamente politizados. No son. Nuestro empresariado en Chile está lejos de ser como el empresario acá y la política acá”, plantea Pablo Zamora.

¿Qué hace el el Estado impulsado por Boric, en la misma mesa con Ponce Lerou?

“Yo dije yo no tengo ningún rollo. Porque si tú miras la ecuación, o sea, ideológicamente es súper complejo el tema. Pero acá hay una ventana de oportunidad. De hecho, cuando SQM se mete al negocio no se mete con el litio. Han desarrollado las competencias y las tecnologías y han desarrollado todo el diagrama de flujo para poder obtener el hidróxido, y el carbonato de litio, que hoy día tiene una ventana de de precio muy alta. Si el Estado quiere hacer eso por sí solo, es imposible que lo haga, porque cuando nosotros hoy día ni siquiera podemos aprobar una universidad regional nueva, no podemos aprobar ni siquiera el presupuesto de cultura, imposible que nosotros como como chilenos, nos pongamos de acuerdo para fundar una compañía que sea capaz de generar las capacidades, aprender en cinco años lo que compañías han desarrollado en 30 años, que sea eficiente y sea rentable antes de que el precio del litio se caiga”, explica el cofundador de The Not Company

¿Estaba condenado a hacerlo con Soquimich? ¿Eso es?

“Soquimich, el que tiene la mayor superficie del salar y a Soquimich se le vencía un contraro. Tiene que hacerlo porque estos locos se tienen que poner al servicio de Chile. Cometieron error en el pasado, condenemos los políticamente, pero hay una capacidad técnica ahí, ingenieril, científica que ya está desarrollada y el Estado no tiene las capacidades porque hay gente que quiere un Estado empobrecido, débil y penca, y ese Estado empobrecido, débil y penca no va a llegar nunca por sí solo a cumplir las metas de extracción, concentración y comercialización. ¿Entonces qué hacemos? O sea, hay un tema ideológico de por medio. Entonces no trabajemos con estos compadres y que todos los dividendos que son hartos y que sobre todo van hoy día a ciencia, tecnología e innovación y emprendimiento. Botemos a la basura porque tenemos un problema ideológico con la compañía que cometió casos de corrupción en el pasado. Condenemos los casos de corrupción, persigamos los responsables, metamos preso a la gente que comete delito. O sea, si no metemos la plata de este gran acuerdo marco en cuestiones que sean útiles para Chile, tampoco sirve pa nada. La estrategia para poder reemplazar el litio están a un paso. En 15 años más probablemente el litio no sea relevante. Imagínate que no somos capaces de ponernos de acuerdo en las cuestiones más básicas, ni siquiera el aborto en tres causales ,es imposible. Chile va a perder la oportunidad y después nos vamos a estar quejando que si se nos fueron las compañías, la ventana del litio y todos llorando y echándose la culpa, entonces o tomábamos una decisión rápida, ágil y condenamos lo condenable y hacemos un ejercicio para que ese retorno económico llegue a la población a través de diferentes mecanismos. O perdemos. Entonces, o tomamos decisiones audaces como Estado también y vamos pa adelante y  si hay delito los condenamos y los metemos preso a todos. Y condenamos valóricamente lo que eso, lo que eso conlleva. O nos quedamos en el subdesarrollo, en el desarrollo del subdesarrollo y nos seguimos mirando las caras diciendo que el país no va a ninguna parte”, sentencia Pablo Zamora.

Ya estamos a diez días del comienzo del Congreso Futuro 2024. ¿Ahí vas a hablar de de inteligencia artificial, pero siempre hablamos de innovación natural, de inteligencia natural, hablamos de innovación, de emprendimiento, siempre nos preguntamos acá cómo se está traspasando eso de manera concreta en los colegios, por ejemplo, cómo se algo difícil de enseñar, no?

“Yo particularmente tengo una fascinación por los colegios. De hecho tengo una escuela para abordar entre otros temas como este. Pero si es difícil porque el emprendedurismo está muy lleno de oportunismo. Hay gente que hace emprendimiento con el mero objetivo de ganar plata de manera rápida y fácil y no toma en consideración que hay cierto tipo de empresas que tienen que venir a resolver problemas, que el que ni el Estado ni las empresas consolidadas son capaces de resolver. Cuando yo hablo de emprendimiento e innovación me meto en esas compañías. O sea, esas son las compañías que van a resolver cosas importantes. Soy una compañía que aumenta la velocidad de transacción de pago de una tarjeta de crédito para mí es absolutamente irrelevante. No le cambia nada a nadie. Entonces hay que insertar en el ecosistema quién está haciendo cuestiones que sean transformacionales y quienes no. Hay muchas compañías en Chile que están haciendo cosas transformacionales. Invertir en conocimiento que genera incertidumbre en sí misma pero que tiene mayor tasa de retorno. Entonces hay un perfil de riesgo que en Chile no, todavía no está bien calibrado. Y nuestros venture capital, nuestros inversionistas de riesgo que son los que dinamizan de algún modo todo este ecosistema de emprendimiento e innovación muchas veces no han estado a la altura, falta más competitividad también. ¿Pero cómo se va hacia eso? La sociedad es un tema que todavía está en cierne. Es una cuestión nueva”, fundamenta el cofundador de The Not Company.

¿Qué hacemos con el tema de la educación, cuánto te compete eso? Y en la educación estamos hablando de la educación primaria, porque parece que no era la brecha no se arregla en el tema de de la universidad.

“Con datos de la OCDE muestran que la mayor repercusión en inversión pública en la etapa de prekínder preescolar. De hecho el mayor la consolidación del conocimiento hasta los ocho nueve años. Entonces es un problema bien complejo, porque requiere harta voluntad política, no solamente voluntad política de quienes están poniendo disposición de recursos, creo yo, sin ser experto en la materia que sobre tecnificamos el aula y en un momento hubo mucha tecnología, hubo mucha conectividad, pero faltan elementos básicos porque el niño y la niña en Chile no tienen educación emocional, no tienen educación de pensamiento crítico, carecen de herramientas de empatía. Entonces estamos formando cachai uniformemente un grupo grande de empleados. De hecho a mí me pasó que estando en el campo, en Melipilla, donde yo yazgo y vivo, quise poner a nuestro hijo  con mi esposa en una escuela rural y yo quise llevar escuela grande, quise llevar científicos, hacer seminarios como un poco traer elementos nuevos, porque nosotros venimos con una red de contactos súper chora y me dijeron después de la tercera reunión me dijeron sabes que ni lo intentes. Porque estos niños son van a ser obreros de Agrosuper, van a trabajar acá, van a estar moviendo palas. Entonces no te molestes porque no tienen capacidad de poder desarrollar cosas de las que tú venías desarrollando. Pero horrible respuesta y fue así. Entonces, cuáles son la expectativas de los niños para adelante? Ninguna. En el fondo me dijeron no te malgastes porque ellos no tienen la capacidad, aunque tú quieras creer. Ya está. Los docentes que tienen un desencanto con el entorno, una escuela súper deprivada, de  espacios bellos, profesores cachai que estén en una resistencia súper grande como a cualquier grado de plasticidad. Es complejo, es complejo el escenario porque no basta con meterle plata al sistema”, desarrolla el especialista en innovación y políticas públicas, presidente del directorio de Fundación Chile.

“Las personas no van a ser capaces de resolver las brechas que tenemos hoy día en Chile. Entonces acá hay que meter toda la juguera. Formación educativa es súper importante, pero no sacamos nada con formar buenas personas si el paso siguiente no van a desarrollar las competencias necesarias para abordar los desafíos que se vienen ahora, tenemos que tener una capacidad anticipatoria. No podemos ser todo el tiempo una sociedad absolutamente recalcitrante y reactiva, reaccionaria, a que los problemas vengan encima como un tsunami y tratar de arreglarlo en la pasada. Y eso requiere diseño y eso requiere un estado súper claro y súper empoderado y requiere mayoría en el Congreso y condiciones que hoy día no tenemos. A mí me parece muy paradójico que, por ejemplo, la reforma tributaria que presentaba Lavin en su programa de gobierno era de mayor recaudación fiscal que la que tiene el programa hoy día el gobierno de Gabriel Boric y ni siquiera la derecha lo quiere aprobar. O sea, es una cuestión insensata que el nivel de de de zancadilla a cualquier iniciativa, que cualquiera de las partes quiera presentar por el mero hecho de ser presentado por la parte opuesta, involucra un congelamiento”, concluye en Palabras Sacan Palabras Pablo Zamora.

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