Desde su puesto de trabajo en la comuna de La Ligua, Robinson Riveros respondió al llamado de Andrea Moletto en Palabras Sacan Palabras. En la conversación, el salvavidas profundizó sobre el método patentado “control playa”, el origen del mensaje por mensaje que se viralizó.
El respeto de los visitantes con la playa, los vecinos y los salvavidas es fundamental, relata Riveros. En sus 25 años de experiencia en distintas playas del país, ha dado cuenta de que el dinero de las personas no determina cómo se comportan en los balnearios.
“Yo he visto flaites, propiamente delincuentes, que se comportan” dijo el salvavidas, agregando en jerga delictual que “el que es vivo se comporta, el que se cree vivo no se comporta porque se cree”, afirma Robinson.
Además, relató que ha visto “gente millonaria que no respeta nada”, consumiendo alcohol en la playa a pesar de que no está permitido. Para el salvavidas, es un tema de civilidad humana y no de plata.
Método “Control Playa”
Robinson Riveros está certificado por la Armada como salvavidas. La prueba certifica que la persona se encuentra en condiciones físicas aptas para socorrer a visitantes del litoral chileno, teniendo que saber nadar y sumergirse en el mar.
En sus 25 años de experiencia, ha trabajado en Reñaca, Maitencillo, Costa Cachagua, Papudo, entre otras playas. Lo ha visto todo, y con conocimiento de causa ha visto como las playas se “chacrean”.
De ahí que implementa el método “Control Playa”, un procedimiento multifactorial que ha contribuido a bajar los índices de ahogamiento por inmersión en su experiencia.
Cuando llegó a la Playa Los Molles hace 12 años, “estaba cochino, los concesionarios no hacían nada y estaba todo al lote con las embarcaciones menores”, afirmó el salvavidas.
En estos años ha implementado el “Control Playa” que lo volvió viral en un principio por el uso del megáfono. Ahora, afirma, el balneario es tranquilo, limpio y apto para las familias en verano.