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The Police: el día en el que Stewart Copeland supo que Sting lo llevaría a la fama

Hay momentos que marcan para siempre la historia de la música, y uno de ellos fue cuando el baterista y el bajista se conocieron.

Sting Stewart Coppeland The Police
Getty Images

The Police, para mala suerte de las nuevas generaciones, se encuentra separada hace mucho. Pero la historia del icónico power trio, está plagada de momentos mágicos.

Uno de ellos se enmarca en el día 0 del grupo; es decir, cuando dos de sus históricos miembros, Sting y Stewart Copeland, entraron en contacto. Algo que se remonta a cuando el baterista vio por primera vez al que sería su compañero, bajista y cantante de la banda.

Corría el año 1976 y Copeland tenía una noche libre con su banda de entonces, Curved Air. En ese contexto, el batero contactó al periodista Phil Sutcliffe, para ver si había algún concierto que mereciera la pena.

«Sutcliffe nos llevó a ver a un grupo local de hot cool jazz llamado Last Exit«, recuerda Copeland durante una aparición en The Bob Lefsetz Podcast. «Y tenían un bajista de aspecto bastante útil».

El inicio de The Police

Tal como recoge Ultimate Classic Rock, el oriundo de Virginia venía planeando formar su propia agrupación, por lo buscaba músicos con talento que pudieran unírsele. En concreto, un bajista y alguien que pudiera cantar, dos cosas que vio hacer perfectamente a Sting.

«Pero lo mejor de todo era el carisma que desprendía por todos los poros. Miré a ese tipo y me dije: Esto sí que es un boleto de comida«, mencionó queriendo decir que supo de inmediato que el inglés tenía todo para lograr la fama.

Tras esto, Copeland no tardó en conseguir el número de su colega y lo trato de convencer prometiéndole sesiones de fotos, concierto, por supuesto, éxito.

«Sigue hablando», fue la respuesta de Sting. «Así que seguí hablando y le hice oídos sordos con mis grandiosos planes y mi convincente certeza», recuerda el excelente baterista.

Semanas después, Sting llegó al apartamento londinense de Copeland para improvisar. «Se acercó, le puse un bajo en la mano, me puse detrás de la batería y empezamos a tocar», recordaba. «Y Dios mío, nos elevamos, nos lanzamos a las galaxias exteriores»

La sesión dejó a Stewart Copelando totalmente embobado y convencido: «Es un completo desconocido. Es un completo desconocido que está en mi casa y estamos tocando cosas geniales», declaró. «Sabíamos que estábamos en la compañía adecuada».


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