Metallica cuenta con una de las trayectorias más admirables que una banda podría desear. El cuarteto ha sabido mantenerse activo en una industria que no deja de evolucionar, pero esto no hubiese sido posible sin lo que tuvieron que aprender en el camino.
Así, más allá del éxito, es de conocimiento público que la vida del grupo ha estado marcado por cosas como la muerte o las adicciones, que fueron abordando en sus canciones. Entre ellas, «Bleeding Me», una de las composiciones más personales de James Hetfield.
«Intentaba desangrar todo lo malo, sacar el mal. Mientras hacía terapia, descubrí cosas feas ahí dentro. Podía estar cantando Bleeding Me con una lágrima en el ojo, y al resto de los chicos les habría dado igual», comentó el frontman sobre el track donde cataliza sus «demonios».
Este tipo de dolor se volvería inquietantemente profético más tarde, cuando Hetfield ingresó en rehabilitación durante la grabación del álbum St Anger. Puede que esperara unos años para enfrentarse a sus problemas, pero «Bleeding Me» fue el primer intento honesto de Hetfield de limpiar su alma a través de la música.
La lucha de James Hetfield
Desde ese tiempo a esta parte, el cantante de 60 años ha seguido combatiendo estas dificultades. Su último ingreso fue en septiembre de 2019, una experiencia de la que el cantante habló hace un tiempo, especialmente teniendo en cuenta que coincidió con la pandemia.
“Para mí, hubo un nuevo renacer porque me di cuenta de que necesitaba ayuda”, le afirmó a la Rolling Stone. “Era una prioridad ingresar a rehabilitación y posponer algunas cosas de la banda para cuidar mi salud física y mental, a pesar de que quería continuar haciendo cosas para evadir mis problemas”.
En aquella instancia, Hetfield explicó que enfrentó varias cosas y ser sincero con él mismo, aunque de igual manera admitió que fue un camino difícil tomar esta iniciativa. La cual era tomar una pausa por su bienestar. “Para mí no ha sido fácil tener que silenciar el resto del mundo”.
Aun así, James destacó que mientras la pandemia afectaba a muchas personas, para él significó una luz al final de un largo túnel. “Pude ponerle freno a mi vida y tomarme un tiempo para prestarme atención. Así que sin minimizar las cosas tan terribles que pasaron en ese tiempo, para mí llegó justo a tiempo y puedo ver los efectos positivos que tuvo en mí”.