Hace algunos días atrás se cumplieron 60 años exactos de uno de los hitos más grande en la historia de los Beatles y la música en general. Hablamos de cuando la banda se presentó en The Ed Sullivan Show.
La icónica serie de apariciones de los ingleses en el programa de Estados Unidos durante los primeros días de febrero de 1964, es recordado como el punto definitivo que hizo explotar la beatlemanía. Esto, luego de haber llegado por primera vez al primer lugar de las listas en dicho país el 1 de aquel mismo mes.
El malentendido entre Dylan y The Beatles
La canción responsable de esto fue «I Want To Hold Your Hand», que fue interpretada en el show y permaneció en la punta de los charts durante siete semana (antes de ser reemplazada por la propia «She Loves You«). Un momento que años después aún era recordado por sus mismos creadores.
«Una noche, cuando regresábamos al hotel desde el Olympia, Brian recibió un telegrama de Capitol Records de EE.UU. Entró corriendo a la habitación y dijo: ‘Oye, miren. ¡Son el número uno en Estados Unidos!’ ‘I Want To Hold Your Hand’ había llegado al número uno», recordó Paul McCartney en Anthology hace algunos años.
Sin embargo, además de los fanáticos antiguos y los nuevos que se sumaron gracias a las presentaciones en el legendario programa, el sencillo fue reconocido en su momento por otra leyenda de la música.
Nos referimos a Bob Dylan, que habló del «hit del momento» cuando se conoció con los Fab Four en agosto de 1964. Una ocasión en la que los de Liverpool «conocieron» también la marihuana, que al mismo tiempo protagonizó un hilarante malentendido.
«Brian (Epstein) y los Beatles se miraron con aprensión. Nunca antes habíamos fumado marihuana, admitió finalmente Brian. Dylan miró incrédulo de cara a cara: ¿pero qué pasa con tu canción?, preguntó. ¿La de drogarse? The Beatles quedaron estupefactos. ¿Cuál canción?, John logró preguntar. Dylan dijo: Ya saben… y luego cantó: Y cuando te toco me drogo, me drogo…(i get high)’” relató Peterr Brown en el libro The Love You Make.
«John se sonrojó de vergüenza. Esas no son las palabras, admitió. «Las palabras son: No puedo esconderme, no puedo esconderme, no puedo esconderme… (I can’t hide)«.