Por escanear tu iris, te “regalamos” 90 mil pesos. ¿Aceptarías? Esa es la propuesta de Worldcoin, una empresa de criptomonedas que ha generado polémica por la extracción de datos biométricos personales.
A través de la descarga de la aplicación y el posterior escaneo de la iris, la compañía obtenía los datos de los ojos en lugares públicos, como malls. En ese contexto, un padre chileno está demandando a Worldcoin por escanear el iris de su hija menor de edad en un mall santiaguino. Y no sería el primero en hacerlo.
Para hacer una bajada del tema, en Palabra Que Es Noticia, tomamos contacto con Moisés Sánchez, abogado y director ejecutivo de Fundación Kamanau, demandante en el caso contra Worldcoin.
Datos sensibles
Uno de los principales problemas que tendría la operación de esta empresa tiene relación con la protección de los datos. “Worldcoin es una compañía que no hace explícito cuáles son todos sus objetivos” ya que, para “entregar tu información biométrica”, “la compañía debiera decir para qué van a ser utilizados sus datos de manera muy específica” argumenta Sánchez.
Por el contrario, en el caso de esta aplicación, el consentimiento se limita a “apretar el botón ‘Aceptar’ del teléfono”, revela el abogado.
Los riesgos asociados a esta transacción tienen relación con las características de la información biométrica. Como señala Sánchez, “el iris es la característica más propia e inalterable del cuerpo humano”.
Falta de transparencia
El abogado indica que, con el escaneo del ojo “lo que busca la compañía generar un número de identificación”. Sin embargo, Worldcoin “tiene a estos stands llenos de personas de gente que se quiere escanear el iris solamente por el dinero, no porque quiera un pasaporte o una identificación universal”, agrega.
En ese sentido, Worldcoin “genera un incentivo perverso” para conseguir los datos biométricos. “La entrega de la información debe ser obtenida por medios lícitos”, y por eso se entiende cualquiera que no sea coercitivo. Pero, “es coercitivo ofrecer beneficios económicos” a cambio de esta información, argumenta Sánchez.
“Los avances científicos y tecnológicos tienen que estar el servicio de la persona”, concluye el abogado.