En diciembre, la bancada de Renovación Nacional presentó un proyecto de ley para prohibir los celulares en los colegios, tanto en el aula como en los descansos. Esta discusión, sobre el uso responsable de las tecnologías en contextos educativos, ha llevado a colegios como el Netland School de Antofagasta a prohibir los móviles en el espacio escolar. Para hacer una bajada del tema, en Palabra Que Es Noticia, recibimos a Javiera Necochea, directora del Área Académica de Aptus, quien ofreció su perspectiva sobre el tema.
Lectura y celulares
Lo primero que precisó Necochea es que “como seres humanos llevamos poco tiempo leyendo. Nuestro cerebro no está cableado para aprender a leer”.
“Cuando no había celulares, [el cerebro] se cableaba de manera de permitirte una lectura profunda y concentrada. Eso te genera la posibilidad de leer novelas, de aprender profundamente sobre distintos temas y la capacidad de empatía”, complementa.
“El problema es que los niños están aprendiendo a leer con los celulares, de manera desconcentrada”, indica Necochea. “Entonces, el cerebro se está cableando de una manera que no permite la lectura profunda, porque estamos permanentemente saltando de un tema a otro”, agregó.
“Los niños ya no tienen la capacidad de concentrarse en la lectura mucho rato”, concluye la directora académica de Aptus.
Fuera del aula
“Tener el celular cerca te genera una ansiedad de estar mirándolo. Es tu conexión con otros”, señala Necochea. “Eso genera que haya una ansiedad con el celular, y aunque no esté prendido o presente, genera un ruido, una incapacidad de concentración”.
Para los niños con déficit atencional, la situación es aún más compleja. Necochea comenta que “pueden demorar 20 minutos en volver a concentrarse en lo que está pasando en el aula. Si uno de esos niños se desconcentra pensando en la notificación que le llegó, se perdió la mitad de la clase”.
Esfuerzo de sociedad
Consultada sobre el proyecto presentado por Renovación Nacional, Necochea piensa que “no basta con una ley. Los papás tenemos que convencernos de que los celulares no tienen que ir al colegio”.
“Todo este tema de la educación socioemocional no tiene ningún impacto si en el recreo los niños, en vez de interactuar y jugar, están pegados en el celular”. Asimismo, la directora académica de Aptus comenta que un desarrollo emocional normal puede ayudar a prevenir “la depresión y la ansiedad escolar”.
Necochea señala que la recomendación es que los teléfonos estén “absolutamente fuera del colegio. Y, si van al colegio, que estén guardados en una caja para que los niños los saquen cuando se vayan a la casa”.
Francia y Dinamarca ya prohibieron los celulares y “se ha visto un aumento en los aprendizajes”, complementa Necochea.
Peligros de los móviles
Con respecto a los riesgos asociados a esta tecnología, Necochea enfatiza en que “un celular es muy poderoso. Los niños no lo usan solamente para juntarse en el cine”. La experta mencionó aspectos como el bullying, la pornografía o el grooming.
“Nosotros le enseñamos a los niños que no abran la puerta a extraños. Pero ¿qué pasa con el celular?”, pregunta Necochea. “Igual se les cuela el bullying, el pedófilo o quién les quiere hacer una estafa”, concluye.