La polémica por el secuestro de Ronald Ojeda continúa. El pasado sábado, el presidente Gabriel Boric acusó -a través de sus redes sociales- un “anticomunismo visceral” de algunos sectores de la sociedad. En torno a esta polémica, Pablo Ortúzar escribió una columna en la que reflexiona sobre la historia del Partido Comunista, su relación con el mundo soviético y sus alianzas actuales. Para profundizar en este tema, en Palabra Que Es Noticia, tomamos contacto con el doctor en Teoría Política e investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad.
En la columna publicada por el politólogo, titulada “Esto es el Partido Comunista” el académico hace un recorrido histórico del comunismo internacional y su relación con la colectividad chilena.
La visión de occidente
Ortúzar plantea que la visión del Partido Comunista chileno se inserta entre dos posturas. “Lo que tenemos son dos perspectivas. Una que entiende a Chile y nuestra aspiración institucional y política enmarcada en un mundo occidental”, señaló el académico.
En contraste, “la visión comunista soviética es parte de otro marco de referencia, de otra manera de pensar las instituciones y la política. Es por eso que las alianzas internacionales del Partido Comunista son Cuba, Irán, Venezuela, Bielorrusia, Corea del Norte, Rusia”, propone Ortúzar.
“Todos los enemigos del orden internacional de la posguerra son los amigos del Partido Comunista chileno”, complementó el politólogo.
“No es loco pensar que, si todos sus aliados y el mundo con el se sienten identificados, no tienen un régimen que nosotros consideraríamos democrático, no es ese el ideal al cual ellos aspiran”, agregó Ortúzar.
“Uno ve una continuidad, en que ellos siempre han estado afirmando el polo antioccidental, contrario al orden que emerge en occidente después de la Segunda Guerra Mundial”, afirma Ortúzar.
“La visión antioccidental es lo que prima en su manera de entender el mundo y la política”, agregó.
Rol en el gobierno
Sobre el papel que juega el Partido Comunista en el actual Gobierno, Ortúzar mira con preocupación las alianzas internacionales de la organización. “Es muy delicado poner elementos de inteligencia o de defensa en manos de un partido que es contrario a nuestros aliados. Eso a mí me parece obvio”, afirmó el académico.
“Es muy curioso que el presidente Boric no lo vea, o simplemente pretenda despejarlo hablando de anticomunismo como si fuese pura irracionalidad”, indicó Ortúzar.