La relación de Ozzy y su esposa y representante Sharon Osbourne es una de las más sólidas que ha dado el mundo del rock y el metal. Sin embargo, al contrario de ser perfecta, en realidad ha sido todo una montaña rusa.
Así al menos lo confirmó una vez más Sharon, quien reveló algunos de los esfuerzos por mantener sana la relación con el cantante. Entre ellas, terapia matrimonial. No obstante, no duró más allá de una primera sesión.
«No importa si se porta mal o quién tiene razón o no en una determinada situación, yo le quiero. Es el único hombre, aparte de mi padre, al que he amado. Simplemente le adoro. Y sabía lo que era antes de casarme con él», explicó Sharon.
El matrimonio Osbourne
En esa línea, en relación también al problema que tuvo el ex Black Sabbath con las adicciones, las drogas y el alcohol, reveló que pensó: «Puedo cambiar a Ozzy. No beberá cuando esté conmigo. Le haré una bonita casa y un nido y seremos felices para siempre».
«Pero eso no es la vida real. Yo sabía lo que era. Sabía que tenía adicciones y lo asumí. No podemos ir a hacer pis el uno sin el otro. Es ridículo», afirmó conversando con Mirror.
Sacando más trapos sucios al sol, Sharon Osbourne mencionó que Ozzy «Siempre ha sido inapropiado con las mujeres».
«Tenemos una enfermera en casa, una mujer rusa bastante corpulenta, que se inclinó sobre él y le dijo: Dime, ¿les diste el pecho a tus hijos? Y yo le digo: Ahora no puedes decir esas cosas. El mundo de hoy es diferente. No puedes hablarle así a una mujer. Puedes meterte en problemas«.
A partir de eso, cuando su esposa lo reprende, Ozzy le responde: ¿Pero para qué? Así que Sharon insiste en que el «Príncipe de las Tinieblas» simplemente «No tiene ningún filtro. Tiene Tourette con la verdad. Le sale sin más».