Taylor Hawkins ha sido reconocido por numerosos críticos como una figura emblemática en la historia del rock, destacando su influencia como baterista.
Hawkins y Dave Grohl catapultaron la carrera de Foo Fighters hacia nuevas alturas, continuando el legado de un género que dejó una importante huella en las décadas pasadas.
Con himnos icónicos como «Everlong», «The Pretender» y «Best of You», Foo Fighters alcanzó la cima de la industria musical, logrando un éxito arrollador.
Trágicamente, durante la reciente gira sudamericana del grupo en 2022, el baterista falleció de manera repentina durante su concierto en Colombia, desencadenando un profundo luto en la comunidad musical a nivel mundial.
La gran oportunidad de Taylor Hawkins
Al igual que muchos músicos a lo largo de la historia, Taylor Hawkins no comenzó su carrera musical con Foo Fighters, sino que tuvo experiencias previas en otros grupos.
Antes de unirse a Foo Fighters, Taylor Hawkins formaba parte de la banda de Alanis Morissette, donde experimentaban un ascenso notable, caracterizado por giras en pubs a lo largo de Estados Unidos, como lo informó Rock FM.
En aquel momento, Foo Fighters ya contaba con material discográfico en el que Dave Grohl había desempeñado un papel predominante, especialmente en lo que respecta a la batería.
En aquel entonces, Hawkins estaba familiarizado con la banda liderada por el ex miembro de Nirvana, y cuando se enteró a través de la radio de que estaban en busca de un baterista, no dudó en llamar a Grohl de inmediato para afirmar que él era la elección perfecta.
Por medio de una entrevista con el medio Triple M, contó: «Escuché en la radio que el batería de Foo Fighters lo había dejado y, literalmente, llamé a alguien que conocía a Dave, conseguí el número de Dave y le dije: ‘Yo soy tu nombre'».
Tras esa llamada crucial, el fallecido músico dejó atrás el proyecto con la artista canadiense, motivado también por el cambio de dirección que ella buscaba. A partir de entonces, el resto se convirtió en historia pura.