Después de cinco décadas sobre los escenarios, AC/DC ha asegurado un lugar entre las legendarias bandas de la historia de la música. Numerosos himnos, álbumes y entradas han llevado el nombre de AC/DC a la cima, consolidando su posición con cada éxito.
A pesar de todos estos logros, el camino de AC/DC no siempre fue fácil; requirió un gran esfuerzo por parte de la banda para alcanzar la cima. De hecho, uno de los mayores desafíos que enfrentaron fue la trágica pérdida de Bon Scott, lo que los llevó a tener que buscar un nuevo vocalista. Esta búsqueda intensiva culminó en el magnífico fichaje de Brian Johnson, quien se unió a la banda de manera espectacular.
Aunque sin duda fue una apuesta arriesgada, resultó ser un éxito monumental, permitiendo así que el inmenso legado del grupo continuara sin interrupciones.
AC/DC: Las complicaciones de la búsqueda
En el mundo de la música, hay varios factores que pueden poner en peligro la química de un grupo, y uno de los más significativos es la rotación de sus miembros. Si ocurre con el cantante, sería uno de los contratiempos más desalentadores que enfrentarían.
Bon Scott, en ese momento, ya era una leyenda dentro de AC/DC, pero su fallecimiento repentino fue un golpe devastador para sus compañeros de banda.
Para los hermanos Young, Cliff Williams y Phil Rudd, el horizonte aún ofrecía posibilidades, así que optaron por seguir adelante con la música y buscar un nuevo vocalista.
Una de las opciones consideradas fue el caso bien conocido de Steve Burton, quien estuvo a punto de unirse a la banda australiana.
Brian Johnson finalmente asumió el papel, siendo seleccionado y aportando su propia esencia. Este vínculo se remonta a una conexión especial que Bon Scott sintió hacia él años atrás, incluso mientras luchaba contra la apendicitis, al presenciar su actuación.