Bruce Dickinson y su relación con Iron Maiden con de ese tipo de cosas que pareciera que estuviesen destinadas a pasar. El cantante con el grupo hoy son todo un ícono del metal; pero el éxito que han tenido probablemente no hubiese sido el mismo sin la unión de ambos caminos, tras la expulsión de Paul Di’Anno.
En ese sentido, Dickinson en particular aún tiene muy claro cuando se enamoró de la banda y supo, básicamente «a primera vista», que quería ser parte de ellos en el escenario.
En una entrevista reciente con Record Collector, el frontman dijo que ya había oído hablar del grupo de Steve Harris cuando Samson, su propio conjunto por aquel entonces, los contrató como teloneros para el concierto en el Music Machine de Londres en mayo de 1979.
«Éramos cabezas de cartel porque nuestro manager había financiado el concierto y dijo: Queremos el primer puesto. Aunque en realidad no lo merecíamos», recordo Bruce Dickinson.
El vocalista de «La bestia» cuenta que eso «se hizo evidente cuando Maiden empezó a tocar, porque todo el local estaba abarrotado».
«Había oído rumores sobre lo buenos que eran y pensé que sería mejor verlos. Cuando salieron, pensé: Nunca he visto a Deep Purple, pero esto es lo que debía de sentirse al ver a Deep Purple en sus mejores tiempos, rockeando como una tormenta«.
¿No hay Maiden sin Dickinson?
Así, Dickinson recuerda que el pensamiento que se le vino a la mente en ese preciso momento viendo a Maiden sin él fue nada más y nada menos que: «Dios mío, me encantaría estar al frente de esa banda».
«En cuanto terminaron de tocar, todo el mundo en el local se fue y ¡nos quedamos como cabezas de cartel ante unas tres personas!», reveló.
Para alegría de Bruce Dickinson, su deseo se hizo realidad, y hoy, pese a que en un momento de los 90 dejó el grupo para darle vuelo a su carrera solista, nadie concibe a Iron Maiden sin su voz.