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El duelo como propósito: el emotivo tributo de Frances Bean a su padre Kurt Cobain

La hoy artista visual de 31 años abordó los 30 años de la pérdida de un padre que aunque ausente, sigue presente en su vida de muchas maneras.

Frances Bean Kurt Cobain
Getty Images

Este viernes 5 de abril se cumplieron 30 años de la fatídica muerte de Kurt Cobain, para muchos melómanos y expertos el hecho que marcó la historia reciente de la música tal y como la conocemos hoy.

El exlíder de Nirvana dejó una marca en la industria, pero si aquel 5 de abril de 1994 varios le dijeron adiós a un ídolo, hubo alguien que perdió a su padre. Hablamos, por supuesto, de Frances Bean Cobain, quien recordó a Kurt a través de un emotivo post en su cuenta de Instagram.

«Hace 30 años se acabó la vida de mi padre. La segunda y la tercera foto muestran la última vez que estuvimos juntos cuando aún vivía. Su madre, Wendy, a menudo me apretaba las manos contra sus mejillas y me decía, con una tristeza adormecedora: Tienes sus manos«, cuenta en un inicio. «Las inspiraba como si fuera su única oportunidad de tenerlo un poco más cerca, congelado en el tiempo. Espero que tenga sus manos dondequiera que estén».

El duelo de Frances Bean Cobain

Hay que recordar que Frances tenía un año y siete meses cuando el mundo se enteraba del suicidio de Kurt Cobain. Por lo tanto, como muchas personas en el mundo, creció con el duelo presente básicamente desde siempre.

Así, explica que en las últimas tres décadas «mis ideas en torno a la pérdida han estado en un continuo estado de metamorfosis. La mayor lección aprendida a través del duelo durante casi todo el tiempo que he sido consciente, es que sirve para algo».

«La dualidad de la vida y la muerte, el dolor y la alegría, el yin y el yang, tienen que coexistir o nada de esto tendría sentido. Es la naturaleza impermanente de la existencia humana la que nos arroja a las profundidades de nuestras vidas más auténticas. Resulta que no hay mayor motivación para inclinarse hacia la conciencia amorosa que saber que todo termina».

La ausencia y presencia

De ese modo, la hoy artista de 31 aborda la idea de haber perdido a su padre tan pequeña: «Me hubiera gustado conocer la cadencia de su voz, cómo le gustaba el café o cómo se sentía cuando le arropaban después de un cuento. Siempre me he preguntado si habría cazado renacuajos conmigo durante los calurosos veranos de Washington, o si olía a Camel Lights y nesquik de fresa (sus favoritos, me han dicho)».

«Pero también hay una profunda sabiduría en estar en un camino acelerado hacia la comprensión de lo preciosa que es la vida», afirma Frances Bean Cobain. «Me regaló una lección sobre la muerte que sólo puede venir a través de la experiencia VIVIDA de perder a alguien. Es el regalo de saber con certeza que, cuando nos amamos a nosotros mismos y a los que nos rodean con compasión, con franqueza y con gracia, nuestro tiempo aquí cobra más sentido».

Finalmente, cuenta que Kurt Cobain le escribió una carta antes de que ella naciera:»Vayas donde vayas o vaya yo donde vaya, siempre estaré contigo», dice.

«Cumplió esta promesa porque está presente de muchas maneras», afirma Frances. «Ya sea escuchando una canción o a través de las manos que compartimos, en esos momentos consigo pasar un poco de tiempo con mi padre y se siente trascendente».

Para terminar, menciona: «A todos los que se han preguntado cómo habría sido vivir al lado de las personas que han perdido, hoy les tengo presentes. El sentido de nuestro dolor es el mismo».


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