O.J. Simpson, ex jugador de la NFL y protagonista del «Juicio del Siglo», murió después de una batalla contra el cáncer, a los 76 años de edad.
Simpson, que fue juzgado por el doble asesinato de su ex esposa, Nicole Brown Simpson, y su amigo, Ron Goldman, en los años 90, sólo para ser absuelto, falleció el miércoles en Las Vegas. Esto según su familia, según consigna TMZ. Había estado luchando contra el cáncer de próstata en los últimos años. Y su salud empeoró últimamente: tuvo que recibir cuidados paliativos en los últimos meses.
La noticia sobre el diagnóstico de cáncer de O.J. Simpson circuló por primera vez en febrero. Un medio local lo informó, aunque los detalles eran confusos. Al igual que la respuesta del ex NFL a la noticia en ese momento, cuando negó estar en un centro de cuidados paliativos. pero no abordó el informe del cáncer.
Al misterio se sumó el hecho de que O.J. Simpson mencionó un diagnóstico de cáncer en 2023 en un video que publicó en redes sociales, cuando dijo que había «contraído» algún tipo de cáncer, pero sugirió que lo había vencido. En cualquier caso, el cáncer volvió y se cobró su vida aproximadamente un año después.
O.J. Simpson: sus últimos días
A O.J. Simpson se le veía frágil en el período previo a su fallecimiento. Incluso durante una salida en enero cuando fue visto usando un bastón. La última vez que publicó algo fue un video de él mismo hablando sobre el Super Bowl LVIII, donde dijo que estaba apoyando a su ex equipo, los San Francisco 49ers. Entonces parecía estar de buen humor. Estaba sentado en el clip y hablando desde el patio trasero de una casa.
La vida de O.J. Simpson fue trascendental por una variedad de razones. Muchas buenas y malas, especialmente en sus últimos años, después del fútbol. Sin embargo, antes de eso, era un querido héroe estadounidense en el campo de juego. Un ganador del Heisman de la USC y una leyenda de los Buffalo Bills. Incluso después del fútbol, fue una auténtica estrella de Hollywood. Actuó en toneladas de películas y programas de televisión. Y también fue famoso como rostro y presentador de Hertz durante muchos años.
Por supuesto, toda esa buena voluntad la abandonó en los años 1990, cuando fue acusado de los atroces asesinatos.
El «Juicio del Siglo»
Su muerte marca el final de una saga de crímenes e intrigas de varias décadas en torno a su figura, que alcanzó su punto máximo después de los brutales asesinatos de Nicole Brown Simpson y Ron Goldman, en 1994, y después de lo que se denominó el Juicio del Siglo, cuando O.J. Simpson s ele procesó en un juicio que se emitió por televisión abierta en EE.UU..
Incluso antes de que la policía lo detuviera para interrogarlo inmediatamente después de los asesinatos… O.J. lideró a la policía en una persecución a baja velocidad en su Ford Bronco en las autopistas de Los Ángeles, un momento que fue televisado a nivel nacional y una de las experiencias más dramáticas y compartidas en la historia moderna de Estados Unidos.
Una vez que lo atraparon, comenzó a formarse un caso en el que él era el principal sospechoso. Los fiscales finalmente lo acusaron, alegando que O.J. llevó a cabo las horribles muertes a puñaladas de Nicole y Ron en su casa de Brentwood el 12 de junio de 1994. O.J. Simpson contrató al llamado equipo de ensueño de abogados defensores, liderado por el fallecido Johnnie Cochran, quien dirigió el asunto y ayudó a desarmar el caso del Estado.
Un elemento fundamental al que se aferró Cochran durante el juicio fue el hecho de que el detective de LAPD Mark Fuhrman había hecho comentarios racistas en el pasado, que el equipo de defensa de O.J. sugirió que podría haberlo llevado a colocar un guante ensangrentado encontrado en la casa de Simpson. Esto también llevó a otro punto crucial en el juicio, cuando el equipo de O.J. solicitó que se le permitiera probarse los guantes en la corte para el jurado, y al final no le quedaron perfectos. Lo naterior llevó a Cochran a pronunciar finalmente la famosa frase durante los argumentos finales: «Si no encaja, debe absolver». Al final, el jurado aceptó esa defensa.
A O.J. Simpson se le absolvió de los cargos de asesinato, para sorpresa del mundo entero. Sin embargo, no mucho después, los Goldman y los Brown lo demandaron en un tribunal civil por muerte por negligencia. Ese caso se desarrolló en Santa Mónica, donde un jurado lo encontró responsable de las muertes de Nicole y Ron. Se le ordenó pagar decenas de millones en concepto de daños y perjuicios. A pesar de haber sido perseguido por las familias por el dinero, O.J. en su mayoría evitó pagar la sentencia. Finalmente huyó de Los Ángeles y se estableció en Las Vegas. Ahí comenzaron a encontrarlo otros problemas legales, incluyendo problemas fiscales y, finalmente, otro caso penal.
En 2007, se le acusó de irrumpir en una habitación de hotel de Las Vegas en un intento de recuperar recuerdos deportivos que creía que le habían robado… apareciendo para enfrentarse al nuevo propietario con un grupo de matones a cuestas, también armados con armas. Se le arrestó, acusó y procesó, con condena por todos los cargos. O.J. Simpson estuvo encarcelado durante mucho tiempo, hasta que fue puesto en libertad condicional en 2017.
Una vez que O.J. Simpson salió de prisión, terminó estableciéndose en Las Vegas, donde vivió una vida relativamente privada y pacífica fuera del ojo público. De todas maneras, estuvo activo en las redes sociales. Publicaba a menudo en Twitter/X. con opiniones sobre deportes, política y otros temas.
Por supuesto, para entonces su reputación estaba completamente destruida. En parte porque muchos creen que en realidad confesó los asesinatos de 1994 en un libro y en una entrevista posterior que hizo en la década de 2000, pregonándolo como «hipotético», además de todo lo demás que había sucedido a lo largo de los años.