Un tremendo giro en la historia del cadáver encontrado en la comuna de Ñuñoa fue informado este miércoles 10 de abril por la Brigada de Homicidios de la PDI. Los nuevos antecedentes sorprendieron, luego del cuerpo esqueletizado encontrado en una bolsa en la calle Las Talaveras, cerca de la clásica Plaza Ñuñoa.
En la investigación salió a la luz la interrogación a una monja que habría tenido participación en el crimen.
El subprefecto Juan Fonseca, jefe de la Brigada de Homicidios Metropolitana, fue encargado de señalar que tanto la religiosa como la víctima encontrada realizaron un pacto, el cual apuntaba a que ninguna de las dos mujeres se iba a denunciar en caso de que fallecieran.
“En el lugar de hallazgo, se encuentra evidencia que calza plenamente, tanto en vestimenta como en algunos materiales que se utilizaron para el traslado de esta maleta, y se identifica a esta señora de 80 años que era la habitante del lugar”, partió señalando el detective.
El macabro giro de la historia del cadáver en Ñuñoa: Involucra a monjas
“Se ingresa al domicilio, se levantan evidencias y se logra la ubicación de esta persona adulta, tomando conocimiento que son religiosas (…) una madre y una hija, las cuales luego del trabajo investigativo son trasladadas a dependencias de la Brigada de Homicidios Metropolitana, donde se les toma declaración, se les da cuenta al Ministerio Público de los resultados, y ellos toman la determinación de dejar apercibidas”, agregó.
En esa línea, el jefe de la Brigada de Homicidios Metropolitana reveló que entre la monja de 80 años y la víctima “hay un pacto”.
“Esta persona realiza un pacto con esta persona que fallece hace un año, y la mantienen en el lugar por el cariño que le tenía al interior de esta maleta”, prosiguió.
“Ellas mantuvieron una amistad, y la imputada manifiesta que le tenía mucho cariño y que habían hecho un compromiso entre las dos, que ninguna de las dos se iba a denunciar si fallecían o no”, ahondó Fonseca.
Consultado sobre si la monja rompió el pacto al ser encontrado el cuerpo, el subprefecto de la PDI explicó que “ella la deja en la maleta porque nosotros entendemos que debe tener alguna especie de trastorno”.
“En algún momento de conciencia, ella denota que su amiga está en una maleta y quiere darle una sepultura. Es el motivo que indica ella que la deje en la esquina para que se le dé una sepultura digna”, afirmó.
Finalmente, respecto a una presunta implicancia de un hombre a bordo de un carrito que quedó registrado en video, Juan Fonseca declaró que “esa persona es ubicada, es una persona que es un reciclador, él toma esa maleta (…) llega al lugar, la abre, piensa que hay alguna materia orgánica en descomposición, suelta esa maleta y posteriormente ocurren los sucesos de hallazgo”.