El experimentado periodista y cronista, Rafael Otano, regresó con una nueva y definitiva edición de Crónica de la transición, casi 30 años después de su publicación original en 1995. Otano fue director de la Apsi, revista política chilena fundada en 1976, siendo uno de los primeros medios de comunicación de oposición a la dictadura de Pinochet.
En Palabras Sacan Palabras, Andrea Moletto y Álvaro Paci estuvieron con el periodista y académico para conversar sobre la transición política chilena y la reedición de su libro.
“Una transición que no tuvo la voluntad de terminar”
Otano comenta que, cuando se decidió a escribir Crónica de la Transición, uno de los primeros asuntos fue “resolver cuando comienza la transición, porque eso es un tema fundamental. Si no sabes desde cuándo estás investigando no sabes en qué preguntas vas a hacer exactamente”.
“Decidí que la transición comenzaba con la aceptación de la constitución de 1980 por parte de la oposición”, agrega.
La chilena “fue una transición prolongada, además de que hubo muchas transiciones en una sola. Hubo la transición política, la transición de los derechos humanos, la transición de los exiliados”, señala Otano.
“Por lo tanto, la transición fue en Chile sumamente complicada, sumamente compleja. Nunca se termina la transición. Yo creo que es difícil que la transición termine un día, tranquilamente”, complementa.
En palabras del cronista, es una “transición que no tuvo la voluntad de terminar”.
“Mientras siga la constitución del 80, la transición sigue curso”
Desde la perspectiva de Otano, la base del régimen “era Constitución de Pinochet. Lo que siempre he pensado es que la aceptación de la constitución fue efectivamente para negarla. Es decir, para terminar con ella. Entonces, ¿cuándo terminaría la transición?”, pregunta el periodista.
“Cuando termina la Constitución de Pinochet, termina la transición. Porque la constitución es el estilo de la política. Mientras siga la constitución del 80, la transición sigue curso. Y mientras haya la constitución del 80, de una u otra manera, la transición sigue en curso porque no hemos enfrentado la cosa más importante”, concluye Otano.