“Ghostbusters: Frozen Empire” era el paso lógico después de la revelación de aquella película que sacó lágrimas de emoción a los fanáticos de los Cazafantasmas que fue “Afterlife”. Claro, el cierre quedaba lo suficientemente abierto para cualquier aventura. O te arriesgas o te vas a a la segura. Lo segundo primó a la hora de elaborar un nuevo capítulo para la pantalla grande.
Los que crecimos adorando a los Cazafantasmas venimos predispuestos a amar todo lo que tenga que ver con esta saga que nos fascinó de niños ya sea por las películas originales como por los dibujos animados. Y cuando llega una secuela como el “Apocalipsis Fantasma” cumpliendo con cada check en esta lista de fanáticos, es para sentir regocijo y repetirnos la película una y otra vez. Y nos pasa viendo una cinta que, en menos de dos horas, te emociona con guiños y viendo compartir a los personajes clásicos con los nuevos que conocimos de la mejor forma en “Afterlife”.
Esta “Frozen Empire” termina siendo festín para el fan que, desde la apreciación, tiene grietas. Un guion que necesitaba mejorar su estructura y dejar que las cosas fluyeran de otra forma. Y, lo más importante, que el legado pase la posta de manera total. Los nuevos lo valen pero no van a brillar mucho al lado de los que fueron parte de nuestra infancia. Pasó con las secuelas de “Star Wars” y volvemos a verlo acá.
Un hermoso rato en el cine, porque vaya que lo es. Pero que tiene ese pendiente que, ojalá, una próxima entrega logre enmendar. Una donde la nostalgia pase a segundo plano y nos vuelvan a importar sus personajes. Que brillen solos, sin el peso del legado. Resulta difícil, si nos emocionamos fácilmente con el logo, los trajes, el auto, la música y los reyoas de protón atrapando fantasmas.
“Ghostbusters: Frozen Empire” está encartelera en cines de Chile.