La historia de Pink Floyd, y tal vez del propio rock clásico, gira en torno a los pros y los contras de hacer dedo. ¿Cómo es posible? Después de todo, sigue siendo un trabajo en solitario de Roger Waters en gran medida olvidado, uno que sólo llegó al puesto 31 en los EE. UU. y tardó casi 10 años después de su lanzamiento el 30 de abril de 1984 en alcanzar el estatus de disco de oro. Sin embargo,basta imaginar lo siguiente. Al resto de Pink Floyd, a finales de los años 70, se les ofreció una selección de ciclos de canciones de la fértil imaginación de Waters. Ësta, o una que eventualmente se fusionaría en el celebrado lanzamiento de 1979, «The Wall».
«La idea del álbum surgió al mismo tiempo que la idea de The Wall, la base de la idea. Escribí ambas piezas más o menos al mismo tiempo. Y, de hecho, hice cintas de demostración de ambas y, de hecho, presenté ambas cintas de demostración al resto de los Floyd y les dije: ‘Mira, voy a ‘Haremos uno de estos como proyecto en solitario y haremos uno como álbum de banda, y tú puedes elegir’. Entonces este fue el que sobró», dijo Waters.
¿Qué pasaría si David Gilmour y compañía hubieran elegido «The Pros and Cons of Hitch Hiking», una historia que se centra en el tema mucho menos personal de la crisis de la mediana edad, en lugar de esa obra maestra sobre la creciente alienación de Waters de su propia audiencia? ¿»Pros and Cons», en cambio, podrían haber sido su propio gran éxito? ¿O una versión de Floyd habría soportado un destino igualmente sombrío y, por lo tanto, habría acelerado la decisión de Waters de seguir su propio camino? (Eso finalmente sucedió de todos modos, por supuesto, pero solo después de «The Final Cut» de 1983). Si Waters hubiera guardado «The Wall» para sí mismo, ¿habría tenido su carrera en solitario un comienzo completamente diferente, con la melodía de un éxito 23 veces platino?
Estas son las decisiones que alteran de forma indeleble las carreras. Algo de lo que sin duda Waters es amargamente consciente. Comenzó a escribir estos proyectos gemelos después de la gira del grupo en 1977 en apoyo de «Animals». En ese momento, cualquiera de los álbumes podría haber sido el siguiente de Pink Floyd.
Tal como están las cosas, Waters no regresó a «Pros and Cons» hasta que la banda pasó cojeando «The Final Cut», perdiendo a un par de miembros originales en el camino. El tecladista Richard Wright no formó parte del último lanzamiento de Floyd de la era Waters, y el baterista Nick Mason fue reemplazado en su pista final por Andy Newmark. Ese largo período de gestación significó que los observadores cuidadosos pudieran convertir en un juego de salón las conexiones de Pink Floyd en «Pros and Cons», que Waters fue formateando gradualmente a lo largo del sueño de 41 minutos de un marido sobre tener una aventura durante un viaje solitario.
Por ejemplo, «4.50 AM (Go Fishing)» incluye una letra que también se usa en «The Fletcher Memorial Home» y un fragmento de melodía de «Your Possible Pasts», ambos encontrados en el álbum Final Cut de Floyd. Newmark y Michael Kamen regresaron como baterista y director musical, respectivamente, al igual que el artista de portada Gerald Scare, cuyas ilustraciones ayudaron a definir The Wall. Pink Floyd hizo una demostración de «4:41 AM (Sexual Revolution)» durante las sesiones de «The Wall» y finalmente terminó en la reedición ampliada de Inmmersion de ese álbum. Tim Renwick, colaborador de la gira de Floyd del último período, se unió a Waters en el escenario.
Sin embargo, hubo algunas diferencias notables en este debut en solitario que a menudo se pasa por alto. Comenzando con la elección del guitarrista de Waters cuando comenzaron las sesiones en los estudios Olympic, Eel Pie y Billiard Room de Londres entre febrero y diciembre de 1983. Eric Clapton intervino, durante un su punto más bajo creativo, ofreciendo algunos de los trabajos de guitarra más atractivos que había logrado en años. Según los informes, Clapton aceptó trabajar en Pros and Cons, tanto en el álbum como en la gira, después de una noche bebiendo con Waters. Sus esposas, que eran amigas, hicieron las presentaciones. En última instancia, las interpretaciones de Clapton cargadas de emoción y más directamente influidas por el blues no podrían haber diferido más del estilo de Gilmour.
«Pros and Cons» también mostró lados de Waters (juguetón, divertido, humano) que algunos pueden haber encontrado sorprendentes después de los pronunciamientos irregulares que dominaron sus grabaciones más recientes de Pink Floyd. «Es el único disco que he hecho que trata sólo de sexo… En el contexto de estos sueños, el subconsciente está sopesando los pros y los contras de vivir con una mujer en el marco de una familia – frente al llamado de salvaje, si se quiere», dijo Waters en ese momento. «Una vez que los críticos te encasillan, tienden a no pensar demasiado en tu trabajo. Me han catalogado como una persona severa, deprimida, megalómana, melodramática, y a la mayoría no les gusta lo que hago. No detectarían el humor porque es un inconveniente».
Kurt Loder de Rolling Stone parecía ser uno de ellos. Simplemente atacó el disco: «El primer álbum oficial en solitario de Roger Waters será de interés sostenido principalmente para los fetichistas posanalíticos de Pink Floyd y otros neuróticos altamente evolucionados que persisten en buscar significado espiritual en medio de los restos del art rock inglés. No puedo Imagínense que alguien más se sentará más de una vez a escuchar este disco extrañamente estático y ligeramente espantoso, en el que la habitual bilis de Waters se diluye, por primera vez, con sentina musical». Eso puede haber sido cierto o no. Sin embargo, otras razones por las que el álbum no logró llegar a un mercado más amplio fueron más obvias.
Para empezar, estaba el anonimato esencial de Waters dentro de la estructura más amplia de Pink Floyd… y su propia obstinación. Cuando se le dio la oportunidad de promocionar Los pros y los contras de hacer autostop en MTV antes de un concierto inaugural de la gira en Earls Court en 1984, Waters se negó a responder preguntas sobre su antigua banda. Sin una conexión obvia, su sencillo principal fracasó, sus videos no se transmitieron y sus shows se reprodujeron ante decenas de asientos vacíos. «Pensé que la gente me identificaba con gran parte del trabajo que se realizó en Floyd», se lamentó Waters. «Particularmente en términos de espectáculos, pero no fue así».
No ayudó que los anuncios de la gira, nuevamente ante la insistencia de Waters, no hicieran referencia a Pink Floyd. «Ciertamente hay una gran brecha a la hora de comunicar el hecho de que mi show Pros and Cons es un show de Floyd, excepto que Eric Clapton toca la guitarra y Andy Newmark toca la batería en lugar de Dave Gilmour y Nick Mason. Pero todo lo demás es igual: el mismo equipo haciéndolo, los mismos chicos construyendo los decorados, el mismo sistema de sonido», dijo Waters entonces.
Al final, esos extras familiares solo empujaron a Waters aún más hacia los números rojos. Los cineastas Nicholas Roeg y Bernard Rose se unieron a Scare para ayudar a crear imágenes que se proyectaron en una pantalla gigante y que se estima costaron unos 400.000 dólares. Luego hubo que sincronizar tres proyectores para iluminarlos. El escenario, diseñado por Mark Fisher y Jonathan Park, fue construido para parecerse al dormitorio en el que tiene lugar este sueño. Un televisor que funcionaba reproducía películas antiguas. Waters terminó perdiendo cientos de miles de dólares en esta empresa.
Mientras tanto, la imagen de portada del álbum de Scare estaba generando controversia sobre su imagen central de una actriz porno suave desnuda llamada Linzi Drew. Algunos grupos acusaron a Waters de sexismo, otros de incitar a la violación. Los manifestantes destruyeron los carteles publicitarios del álbum, lo que llevó a los ejecutivos del sello a reeditar rápidamente Pros and Cons con una portada alterada, otro gasto más.
«Tuvieron que poner una pegatina negra sobre el trasero de esta mujer que estaba en la portada», dijo Waters. «Había una modelo realmente hermosa, porque el disco trataba sobre fantasías sexuales, así que puse una en la portada. Me pareció perfectamente legítimo, y ella también era hermosa. Y le pegaron estas grandes pegatinas negras en el trasero. lo cual pensé que era muy patético».
A medida que la gira avanzaba cojeando hacia 1985, Clapton finalmente se inquietó y salió corriendo, diciendo que se había cansado de «la rigidez de la misma. Me sentía un poco sofocado». Aparentemente no hubo resentimientos, ya que los dos volverían a trabajar juntos en la banda sonora de The Hit para una película ahora olvidada protagonizada por John Hurt. «Fue una época extraña, porque la única razón por la que salí de gira fue porque Eric dijo que debería hacer una gira», recordó Waters más tarde. «Y no sólo eso, vino conmigo de viaje. Le dije: ‘Si tú vas, yo iré’. ¡Hice una gira con Eric Clapton como guitarrista!».