El reportaje “El crimen de la secta” del programa “Contacto” de Canal 13 llegó mucho antes que el reciente documental sobre Antares de la Luz disponible en Netflix. Nos adentraremos en el tema con Elías Sánchez, periodista detrás de la investigación.
«Yo soy un poco menos castigador con la visión de Netflix», comenzó diciendo Sánchez, destacando las diferencias entre ambos enfoques. «Un documental es una parte casi semi artística, el punto de vista no tiene porque ser del punto de vista de todos los intervinientes», agregó. Y subrrayó la subjetividad inherente a este tipo de producción. «Claramente el punto de vista de Pablo Undurraga es lo que prima en todo el documental».
“Lo que nosotros quisimos hacer en el reportaje era buscar una verdad judicial, periodística, social, el documental no hace eso», explicó el periodista, enfatizando la profundidad de la investigación.
«Para la defensa siempre fue tratar de convencernos a nosotros, a la policía y los tribunales, que los miembros eran tan víctimas como el bebé,» expresó, resaltando la manipulación del grupo. «Para mí la gran víctima es este bebé de 48 horas asesinado por este grupo».
Análisis del caso
“El documental trata de hacer ver que Pablo Undurraga se enteró por Google que estaba en una secta”, pero “él siempre supo que estaba en un grupo sectario, era como el gerente general de la secta”, señaló Sánchez.
“Ramon Castillo era el líder sectario,” continuó, detallando el papel de los líderes. “Yo creo que aquí había un desorden de la personalidad muy grande,” reflexionó. “Se acercaron a este líder que los guiara,” describió el proceso de atracción hacia la secta. “Y Antares de la Luz encontró la panacea, porque él no creía en el fin del mundo, los convenció que era Dios”.
“Eran todos hijos de familias muy bien constituidas,” destacó Sánchez, revelando un aspecto sorprendente de los miembros de la secta. “Todos eran profesionales, tenían una situación económica de buen pasar pero carecían de estabilidad emocional”.
“Lo que hizo Antares es absolutamente de manual,” afirmó, haciendo hincapié en los métodos utilizados por la secta. “Lo que plantea el tema de la secta es hasta qué punto nosotros somos responsables de nuestros actos”.
“De las condenas que emite la justicia, son dos de penas efectivas,” informó el periodista sobre las consecuencias legales del caso. “Natalia por parricidio y Pablo Undurraga por homicidio calificado,” detalló las sentencias. “Natalia y Pablo cumplieron solo 2 años en la cárcel”.
“Esta droga (la ayahuasca) fue el fundamento legal que tenían ellos y argumentaron “por eso para él fue fácil dominarnos y sentir que éramos especiales «», destacó Sánchez.
“Esa sentencia fue muy relevante porque fue la primera vez que se condenaba un crimen sectario», subrayó el periodista sobre el impacto legal del caso. “Para los tribunales fue muy difícil la validación de esa prueba”.
“No se quisieron someter a las pruebas,” mencionó Sánchez sobre la actitud de los miembros de la secta ante la evaluación psicológica. “También es gente que evitó ser evaluada por otros especialistas, solo fueron evaluados por especialistas que los padres eligieron”.
Reportaje de «el crimen de la secta»
“Aprovecho de hacer la invitación, está muy entretenido para quien vio el documental de Netflix, es una buena invitación para ver la perspectiva judicial», destacó el periodista sobre la importancia de su reportaje. “Van a buscar otras preguntas y otras respuestas, a otro Pablo Undurraga”.
“Yo creo que lo principal es una reflexión para las familias de tener cuidado con estas situaciones, porque todos podemos caer, pero no por eso no van a responder por sus actos», concluyó el periodista a Palabra Que es Noticia.