Nostalgia del Desastre. Variaciones sobre el odio, el aburrimiento y la ternura es el título del último libro de la psicoanalista Constanza Michelson, que salió a la venta ayer, jueves 2 de mayo.
A lo largo del texto, Michelson se refiere a temáticas variadas, como pueden ser la dificultad de reconstruir y crecer; la convivencia del mal y el bien; la frivolidad y el escándalo, o el retorno de la guerra.
Para profundizar en las temáticas que trata en su libro, en Palabras Sacan Palabras, Andrea Moletto recibió a la psicoanalista y autora, Constanza Michelson.
El aburrimiento
Uno de los temas trabajados en Nostalgia del Desastre es el del aburrimiento, que, desde la perspectiva de la autora, “es una gran categoría para pensar un montón de cosas”.
“Hay un tipo de aburrimiento, que es el aburrimiento absolutamente común y corriente, que es la otra cara del deseo. Del aburrimiento nacen cosas. Cuando estamos aburridos, inventamos cosas. Algo hacemos. El deseo nace de esos estados aburridos”, explica Michelson.
“Nuestro tiempo, más bien, es el de buscar entretenimiento para evitar aburrirse. El aburrimiento es una especie de lugar peligroso. Hay que entretenerse, y cada vez más. Y qué más necesita el ojo para poder entretener a ese ojo caníbal, que se está entrenando en nosotros”, agrega.
El mundo de hoy
Además de adelantar algunos temas tratados en Nostalgia del desastre, Michelson también se refirió a las tendencias de la sociedad actual, en términos generales.
“Las redes sociales son como hablar sin pensar, pero hay cosas mucho más simples. Este espíritu como de fin de mundo, de que no hay futuro, de que todos los otros son malos y que los políticos no sirven para nada. Pero tu haces una clase, y están todos con las cámaras apagadas”, dice la autora.
Asimismo, Michelson piensa que “los hombres se están volviendo más conservadores, las mujeres más liberales. Eso es peligroso. Menos sexo, hombres y mujeres por caminos distintos”.
“Es un mundo sin eros, sin risa, sin humor y sin encuentro. Es un mundo tanático”, sentencia la psicoanalista.