El superintendente de Salud, Víctor Torres publicó una nueva estimación de la deuda de las isapres: 1.589 millones de dólares si se aplica estrictamente el fallo. Este domingo 12 de mayo deberá estar aprobada la Ley Corta de Isapres, en un clima tenso entre oficialismo y oposición.
Javier Macaya, timonel de la UDI y presidente de la Comisión Mixta que revisa el proyecto, advirtió que sus votos “no van a estar para una solución incompleta”. Por otro lado, desde el ejecutivo, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, señaló que existe “toda la disposición” para facilitar la promulgación de la Ley.
En este contexto, en Palabra Que Es Noticia, Antonio Quinteros y Andrea Moletto recibieron a Patricio Fernández, exsuperintendente de Salud, para analizar la situación de las aseguradoras privadas a menos de una semana del cumplimiento del plazo para la aprobación de la Ley Corta.
Problema netamente financiero
Sobre la situación de la tramitación de la Ley, Fernández señala que le llama la atención “cómo el poder político es incapaz de dar respuesta a este tipo de cosas”.
“Todos estamos de acuerdo con la equidad, pero cuando eso afecta intereses propios, ya no es tan bueno”, agrega.
En esa línea, el exsuperintendente de Salud piensa que ni “la gente ni los políticos le creen mucho a las Isapres”.
“Si una Isapre dice ‘no, vamos a quebrar’ la verdad es que la gente, y siento que los propios parlamentarios no creen eso”, complementa Fernández.
“Probablemente, si llegase a ocurrir algo así, ojalá no, ahí si se va a legislar”. En caso de que eso pasara, “van a ser procesos largos y dolorosos”, indica el exsuperintendente.
En esa línea, Fernández indica que esta ley no va a ser la solución a los problemas del sistema de salud. “Lo que trata de solucionar es un problema netamente financiero”, explica el exsuperintendente.
“Era una oportunidad, esta Ley Corta, para que no fuera tan corta y poder hacer cosas de verdad que permitan flexibilizar el sistema, que permitan hacer un sistema mucho más transparente y menos discriminatorio”, concluye Fernández.