Héctor Llaitul, líder de la CAM, fue condenado a 23 años de cárcel por delitos consumados y contemplados en la Ley de Seguridad del Estado. Conversamos de este tema junto a Fernando Pairican, historiador y docente en la Escuela de Antropología UC.
La justicia chilena “ha ido perfeccionando los mecanismos para procesar con varias condenas” a dirigentes mapuche, indicó Pairican. “Es político en ese sentido y aplica distinta la ley”.
“Un caso que se procesa en Santiago no va a tener la misma condena o la aplicación de las mismas normativas para lograr un juicio con una alta condena”, agregó. Destacando la disparidad en la aplicación de la ley.
“Cuando se toma esa normativa se toma que el caso es político. Porque la normativa de seguridad del Estado está pensada justamente para evitar conflictos internos dentro del país. Y por lo tanto, implícitamente reconocen que el crimen es político», explicó Pairican.
“Ha ocupado distintas estrategias el poder judicial para lograr condenar a dirigentes indígenas,” concluyó. Destacando la diversidad de enfoques legales empleados.
Sobre la postura de Llaitul, Pairican comentó que “el problema con Llaitul es que está en contra de intelectuales”. Y señaló una falta de diálogo en la esfera mapuche.
“Cuando él hace ese enfoque que es una vía revolucionaria, dice que las otras visas mapuche no son viales para conseguir la autodeterminación”, explicó el académico.
Militarización en la macrozona sur
Pairican también abordó el tema de la militarización. “La militarización se ha ido escalando en el tiempo, es un problema continental donde la seguridad se ha entregado a las fuerzas armadas,” indicó, contextualizando la situación.
Sobre la radicalización, mencionó que “ahí hay una radicalización de la zona con las policías. Y con una organización que ha tomado la decisión de radicalizar”. Evidenciando la tensión en la región.
“Por supuesto en la zona de conflictividad que hay no va a ser la única solución. Hay temas que tienen que conversar con las diligencias indígenas”, admitió el historiador y docente en la Escuela de Antropología UC.
“Yo no sé si el estado chileno está dispuesto a conversar con organizaciones mapuche que están en una perspectiva de la vía más rupturista de la autonomía, como la WAM”, dijo Pairican.
“Lo que prima hoy es que reprimir al movimiento indígena genera más bonos políticos para las próximas elecciones», concluyó Pairican en Palabra Que Es Noticia, subrayando las implicaciones políticas de la represión.