The Allman Brothers Band perfeccionaba sus habilidades en la ruta y en el estudio mucho antes de que sus fans los coronaran como la realeza del rock sureño.
Los hermanos Gregg y Duane Allman habían estado dando vueltas en grupos, tanto por su cuenta com juntos, durante media década antes de formar su banda homónima en 1969, el mismo año en que lanzaron su debut homónimo. Y el guitarrista Duane fue uno de los hombres de sesión más celebrados en los famosos estudios de grabación en Muscle Shoals, Alabama, trabajando con Aretha Franklin, Wilson Pickett y otros. (Murió en un accidente de motocicleta en 1971; Gregg falleció en 2017).
A través de varios miembros, celebrados espectáculos en vivo e innumerables solos de batería y guitarra, los Allman Brothers construyeron una carrera legendaria que duró desde 1969 hasta 2014.
Y a siete años de la muerte de Gregg Allman, en la radio del rock rescatamos las 10 mejores canciones de The Allman Brothers Band.
Ramblin’ Man
La canción más popular de la banda (alcanzó el número 2) no se parece mucho a las canciones de los Allman Brothers que vinieron antes. Tras la muerte de Duane, el grupo optimizó su sonido para el público general. La voz de Dickey Betts era menos ronca que la de Gregg Allman, lo que lo hacía más digerible para los fanáticos del pop, y sus solos estaban más influenciados por el jazz que los riffs de R&B de Duane. «Ramblin ‘Man» definitivamente marca su territorio, combinando un toque casero, un gancho amigable con la radio y un solo de guitarra asesino que lo lleva todo a casa.
Whipping Post
Lo más destacado del álbum debut de la banda, «Whipping Post» suena como un viejo tema de blues. Pero Gregg Allman apenas tenía 20 años cuando lo escribió. Es una de las canciones más queridas y legendarias de la banda. Vamos con la versión ajustada de estudio de cinco minutos aquí, pero puede sustituirla por la pieza central en vivo de 23 minutos de «At Fillmore East». De cualquier manera, es la canción definitiva de The Allman Brothers Band: una losa musculosa de rock sureño envuelta en mitos, sudor y solos.
Jessica
«Brothers and Sisters» fue el primer álbum que The Allman Brothers Band grabó después de la muerte de Duane, y es un disco de transición tanto como tradicional. Fue el álbum con el sonido más convencional del grupo en ese momento, lo que dio sus frutos: «Brothers and Sisters» es su único LP número uno. Betts tiene más presencia en el álbum, incluido este instrumental lúdico que nombró en honor a su hija. Es una actuación ajustada, que, por supuesto, ganaría aún más impulso en concierto.
Melissa
Duane y Gregg Allman grabaron originalmente «Melissa» con uno de sus grupos anteriores. Repasaron la canción en «Eat a Peach» y se convirtió en una de las pistas más duraderas de la banda. La balada quejumbrosa presenta un solo dulce y lloroso de Duane y una de las mejores y más moderadas actuaciones de Gregg.
Midnight Rider
La melodía característica de Gregg Allman, sobre un tipo que se niega a ser atrapado, es también una de las canciones más versionadas del catálogo de Allman Brothers Band. (Willie Nelson tiene una versión muy buena, y Gregg la rehizo en uno de sus álbumes en solitario). También es una de las canciones que aparecían en los sets en vivo de la banda casi cada vez que las veías. A diferencia de la mayoría de las pistas de esta lista de las 10 mejores canciones de Allman Brothers, «Midnight Rider» es corta (tres minutos en la nariz) y en su mayoría sin solos. Cuenta con una de las mejores voces de todos los tiempos de Gregg.
Statesboro Blues
Después de dos álbumes de estudio, que poco a poco fueron ganando popularidad entre los fanáticos de la música aventureros, Allman Brothers Band lanzó un disco en su entorno natural. Los dos LP en vivo At Fillmore East los convirtió en estrellas, y «Statesboro Blues», una versión de una vieja melodía de blues de Blind Willie McTell, lo inicia como un escaparate espectacular de lo que hicieron mejor. La improvisación es rápida pero poderosa, impulsada por la diapositiva de canto de Duane.
Ain’t Wastin’ Time No More
La canción de apertura de «Eat a Peach» rinde homenaje a Duane Allman, quien murió mientras la banda grababa el álbum. El guiño de Gregg a su hermano con mucho ritmo es uno de los cortes más magros del grupo, que llega en menos de tres minutos. Y, apropiadamente, no se desperdicia ni un segundo.
In Memory of Elizabeth Reed
Realmente había una Elizabeth Reed, pero los Allman no la conocían. El guitarrista Dickey Betts escribió el instrumental de jazz después de ver una lápida en un cementerio donde el grupo ocasionalmente pasaba el rato en los primeros días. Como muchas pistas en cualquier lista de los Allman Brothers, la versión de estudio de «In Memory of Elizabeth Reed» es un mero punto de partida para el entrenamiento extendido que el corte recibiría en el escenario. De cualquier manera, se convirtió en una de las actuaciones más versátiles de la banda.
Dreams
A pesar de que el álbum debut homónimo de la banda no generó mucho entusiasmo en ese momento, incluía un puñado de canciones que se convertirían en clásicos de Allman a lo largo de los años, especialmente cuando fueron arrastradas a maratones en el escenario. «Dreams» ya es un número bastante considerable en el estudio, con más de siete minutos. Pero la voz conmovedora de Gregg y el lento hervor de la banda (especialmente el solo igualmente conmovedor y hirviente de Duane) hacen que valga la pena su tiempo.