Este sábado, durante la tercera Cuenta Pública de su Gobierno, el Presidente de la República Gabriel Boric anuncio un proyecto de ley de aborto legal para Chile. Rememorando la iniciativa de interrupción del embarazo en tres causales, la autoridad señaló que a siete años de dicha promulgación de la exmandataria Bachelet, y tras una evaluación, se ha decidido “mejorar su aplicación”. Sobre esto, hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con Karen Glavic, doctora de la Universidad de Chile, académica y autora de “Aborto Libre: matriales para la lucha y discusión en Chile”.
“Una de las cuestiones que el libro quizás saca como reflexión, no como conclusión, pero sí como una reflexión más o menos general, es que el aborto legal en general está sujeto a un ‘para después’ o ‘aún no es el momento’, ya sea por la coyuntura, ya sea porque genera debate, porque genera rupturas a veces en las mismas coaliciones de gobierno, porque es un tema complejo”, señala Karen Glavic.
“Es un tema complejo que en general se aborda como ahora mismo estamos viendo cómo vamos a paralizar la agenda. No vamos a conversar a propósito de uno de los artículos que es de María Isabel Matamala, médica que ha trabajado mucho tiempo en aborto y además fue militante de la Concertación durante muchos años. Ella recrea muy bien la post dictadura, cómo le costó a las mujeres de los partidos feministas, o no necesariamente, pero que estaban a favor del aborto, poder instalarlo como agenda, porque en general vivía este problema de es un tema muy dificultoso, mejor dejémoslo. Pero siempre es un tema muy actual”, comenta la doctora.
Aborto terapéutico
“Existía un aborto terapéutico, que es lo que llamaríamos hoy día, que es una legalidad que estaba puesta en el poder territorio y permitía el aborto terapéutico. Pero lo cierto es que tenía como una capacidad más flexible de incluir un aborto sin causales, diríamos, sobre todo en lugares bien reconocidos y hospitales como el Barros Lugo, que fueron bien conocidos por su trabajo en torno a los derechos sexuales y reproductivo”, nos cuenta Karen Galvic.
“Este es un debate que en el fondo ha cruzado varios países y tiende mucho a no considerarse como un tema de derechos, como un tema de derechos de las mujeres. A pesar de todos los tratados internacionales que van en esa dirección, y a politizarse de distintos modos. En el fondo, esta discusión que tenemos en torno como a si esto es una agenda valórica o es una agenda de derecho. Por cierto que el tema de lo valórico cruza el aborto, pero en un estado laico, podríamos dar la discusión en torno a si es un problema básicamente de derechos, que es lo que yo al menos creería. Y me parece que también la violencia apunta en ese sentido”, asegura la autora de “Aborto Libre: matriales para la lucha y discusión en Chile”.
La discusión de fondo
“Me parece que la discusión de fondo siguen siendo los derechos de las mujeres, por cierto, pero también el confiar en la autonomía de las mujeres. Una de las cosas que tiene, con todo lo que avanza, digamos, el aborto en tres causales, sin duda para nuestra cultura, en cuanto a cómo consideramos el derecho de las mujeres al abortar, siempre está ligado a causales que son, podríamos decir, complejas, tanto para la viabilidad fetal como para la salud de las mujeres. Pero lo que queda fuera es a las mujeres directamente, pudiendo autónomamente y en uso y ejercicio de sus derechos, decir voy a interrumpir un embarazo para el cual no estoy preparado, el cual no deseo”, agrega.
“En el plazo que por supuesto exigir la ley, pero lo decido sin está, podríamos decir, como añadido de la violación, que por cierto es un tema muy difícil, digamos, muy complejo. O de otra la inviabilidad fetal o cualquier complicación que pueda significar para la madre. Es decir, el tema de la autonomía es clave”, fundamenta Karen Glavic.
“Yo creo que una de las cuestiones fundamentales para la discusión sobre el aborto es que se despenalice socialmente. ¿Qué quiere decir esto? ¿Que los ciudadanos y las ciudadanas estén de acuerdo con que el aborto es una materia de justicia social, de derechos de las mujeres, y al final algo que es un beneficio para la sociedad entera. Y yo creo que en esto ha avanzado Chile bastante. Si uno revisa cifras, por ejemplo, se da cuenta que es muy poca gente. La ministra Orellana comentaba que es algo así como un 20, %, como que alrededor del 70 % de la población está a favor del aborto, digamos, sin causales o con causales, lo que lo que habla muy bien también del proceso cultural que hemos vivido los últimos años”, complementa la doctora.
“En el fondo eso es muy importante que ocurra para que los legisladores o para que en este caso el presidente, como anunció en la cuenta pública, tomen también la decisión de incluir el aborto como uno de los temas, de los temas a instalar, a debatir en el Congreso”, concluye la doctora Karen Glavic en Palabra Que Es Noticia.