Gene Simmons fue durante décadas uno de los mujeriegos más notorios del rock, razón por la cual los fanáticos se sorprendieron cuando el bajista de Kiss se casó con su novia de toda la vida, Shannon Tweed, en 2011.
Durante una aparición reciente en el podcast Steve-O’s Wild Ride, Simmons explicó por qué finalmente decidió renunciar a sus costumbres de mujeriego. «Los primeros 29 años de nuestra relación con Shannon estuvimos solteros. Y yo estaba haciendo cualquier cosa que pudieras imaginar, alguien que no se preocupaba por nadie más, que estaba completamente ensimismado, arrogante y… Ya sabes, ‘¿A dónde vas?’ ¿Quién quiere saberlo? Ese tipo de cosas», contó el bajista de Kiss.
Las conquistas sexuales de Simmons eran legendarias y el rockero de Kiss abrazó con gusto su reputación. «No era ningún secreto que estaba de juerga. Shannon, que la bendiga, nunca retrocedió. Habría tirado mi lamentable trasero en un segundo», admitió, según consigna Ultimate Classic Rock.
Simmons continuó explicando que toda su vida cambió cuando tuvo un momento de claridad mientras estaba en Belice filmando su reality show, Gene Simmons Family Jewels. «Tuve esta epifanía. Probablemente voy a morir solo y siendo un viejo miserable. Y las personas que más quiero y que más me importan, especialmente nuestros hijos, Shannon, que nunca me torturó para que me casara, no sé si van a estar aquí. Si yo fuera Shannon, me volvería a casar y trataría de encontrar la felicidad mientras estés vivo en lugar de tener a este tipo arrogante y ensimismado haciendo lo que quiera y sin importarle», confesó el músico.
Simmons, que se describió a sí mismo como «un tipo no emocional», quedó abrumado por su epifanía. En ese momento, se arrodilló y le confesó su amor a Tweed. «Tienes suerte si encuentras, como dicen, a tu alma gemela. Nunca piensas en esas cosas cuando eres más joven, cuando estás ocupado, bang, bang, bang, bang, bang, porque no significa nada y te estás divirtiendo mucho. Está bien. Pero, ¿qué significa? ¿Extrañas a esa gente? Nunca extrañas a nadie. Simplemente dices: «Eso estuvo bien entonces». Mañana es otro día. Tomaré otra ensalada, una dona y ese pedazo de trasero de allí'», reflexionó el bajista.
«Si tienes suerte y encuentras a esa alma gemela, no querrás estar con nadie más», continuó Simmons, admitiendo que su visión sobre las relaciones cambió totalmente desde su juventud. «Suena como un tipo completamente diferente de lo que jamás esperé que fuera. Creo que se llama madurez».