Ayer comenzó el que es, sin duda, el festival más relevante del mundo. Con más de 50 años realizándose en el mismo lugar, Glastonbury es un referente cultural tanto para Europa como para el resto del mundo, y es que dentro de los artistas que han pasado por sus escenarios, encontramos nombres como David Bowie, Joe Cocker, Elvis Costello, Metallica, Paul McCartney, Oasis y Bob Dylan.
Si bien esta edición del festival no estuvo muy cargada al rock, si podemos encontrar artistas que siguen llevando la antorcha de la música hecha con guitarras.
PJ Harvey
La icónica artista británica, Polly Jean Harvey, no es ninguna debutante en este evento. Su primera actuación acá en la Worthy Farm data de 1992 y ha tocado en varios de los momentos más importantes de su carrera.
Para la edición de este año, la inglesa tenía una sorpresa guardada: invitó a la artista serbia, Marina Abramović, para abrir su show. Pero la perfomance de la balcánica no era musical, sino que espiritual, porque invitó a la audiencia a participar en un silencio colectivo de 7 minutos buscando crear consciencia sobre lo mal que está el mundo en este momento.
El público asimiló el mensaje y durante los siguiente siete minutos hubo un silencio sepulcral en el Pyramid Stage, escenario principal del evento, algo inédito en la historia de los festivales modernos. Luego apareció en escena PJ Harvey.
Con un setlist que no tuvo mayores preferencias para alguno de sus discos, la británica se paseó por algunos de sus temas más conocidos como “To Bring You My Love”, pero sin dejar de lado aquellas composiciones con un contenido más social como “The Words That Maketh Murder” o “Let England Shake”, canciones de un álbum editado en 2011 que retrataba a Inglaterra y su sociedad, de manera decadente y con aires de grandeza debido a su pasado colonizador.
Entremedio homenajeó sentidamente a Steve Albini, que fue el productor de su segundo disco, recordándolo in memoriam. “Me gustaría cantar la siguiente canción en la memoria de Steve Albini. Steve debería haber estado aquí en este festival y sería lindo si pudieran pensar en él”, declaró Harvey.
IDLES
Si hay una banda que juega de local en este festival es IDLES. El quinteto es originario de Bristol y esta fue su tercera participación en el mítico evento inglés. A diferencia de años anteriores, donde tocaron en escenarios más pequeños, esta vez los liderados por Joe Talbot fueron agendados en uno de los dos escenarios más importantes: The Other Stage.
El momentum del grupo desde que lanzaron “Ultra Mono”, su tercer álbum, y que logró llegar al número de los rankings británicos, se ha ido prolongando con un par de nuevos discos y la constante atención mediática que reciben en Reino Unido, algo inusual para una banda que se mueve entre el punk, el post-punk y el rock.
Con un show que estuvo más cargado para su segundo álbum, “Joy as an Act of Resistance”, y su más reciente LP, “TANKG”, los británicos fueron desde el comienzo una aplanadora en el escenario. Con dedicatorias a Palestina (“Esto es para la gente de Palestina y para ustedes”) y a los inmigrantes del Reino Unido (“Esta es una celebración al coraje y el trabajo duro de los inmigrantes que construyeron este país”), el set de IDLES fue una constante explosión de energía.
“A la mierda el Rey”, exclamaba Talbot cada cierto tiempo y la mancomunión con el público era total. El mensaje social y político de la banda siempre estuvo presente en su show e incluso contó con una icónica ayuda en uno de los puntos altos de la noche que fue la canción “Danny Nedelko”: una balsa de utilería diseñada por BANSKY apareció en el escenario recreando a los inmigrantes que mueren en el mar buscando una mejor vida en el Reino Unido.
Un show de alto voltaje y una demostración más de IDLES en su campaña para encabezar el Pyramid Stage en alguna futura edición. “Volveremos para encabezar el Pyramid Stage en 2027”, vociferó Talbot antes de bajarse del escenario. Si siguen así, perfectamente podría darse.