Este lunes, la Corte Suprema escuchó los argumentos de las partes involucradas y se espera conocer en los próximos días si la jurisdicción competente para el caso de Franco Vargas, conscripto fallecido durante una instrucción en Putre, será la justicia civil o militar.
Para conocer más detalles, en Palabras Sacan Palabras conversamos con Romy Vargas, madre del conscripto fallecido.
Reacción tras la tensa jornada
“Nos quedamos con una sensación bien amarga y de rabia. Nos pareció insólito los argumentos que tenían de la parte militar”, declaró Vargas.
“No entendemos por qué el capitán tiene abogados cuando en realidad no hay ningún imputado hasta el momento. Eso es colocarse un antes de tiempo. Estamos viendo qué justicia llevar y ya se está tratando como imputado, llama la atención”, dijo respecto al juicio.
Vargas y su familia han sentido la falta de respuestas claras y acciones decisivas. “Va a haber justicia? No lo va a haber. Eso es impunidad”, lamentó. “La justicia con el general fue porque una tercera persona lo exige, tiene contacto recurrente con él, pero tampoco fue iniciativa de él decir perdónenos”.
Sobre los comandantes involucrados, Vargas señaló: “Todos los militares eran menores de 30 años, yo creo que ni siquiera estaban relacionados con actos delictivos. Algo nuevo es que haya fallecido mi hijo, y del otro niño no sabemos, lo están constantemente ocultando. Es que no quieren que se sepa la verdad. La familia lo ha pedido, pero en algún momento se va a tener que saber. Esto no es algo nuevo y de un tipo que no tiene más de 30 años, un hijo de un capitán entonces hay mucha impunidad para ese hombre”, detalló.
Además, relató incidentes adicionales de maltrato: “También hubo una mujer que era bastante extraña y los golpeaba. Tenía una pareja dentro de los comandantes y él los golpeaba también. Solo sé que lo cambiaron de regimiento pero no se sabe el nombre y el ejército a mí nadie me ha dado la cara. Para ellos el ex comandante estaba en una rutina de entrenamiento y se desvaneció. Total decepción, ya no espero nada de ellos”.
Necesidad de cambios en el sistema
Vargas insiste en la necesidad de un cambio para prevenir futuros abusos: “Yo espero que esto no quede impune, que esto sea un precedente para que el maltrato a los regimientos pare. También supimos que estos tipos amenazaban de muerte a estos niños. Esto fue maltrato en menos de 2 semanas, y buscamos que haya justicia por mi hijo y los demás niños y que no vuelva a ocurrir. Si no hay condena esto va a volver a pasar y si no cambian los tratos o la preparación es mejor que no lleven al servicio militar a sus niños”.
Franco, el joven fallecido, siempre mostró interés en la vida militar, según su madre: “De niño siempre le gustó todo lo que era la vida militar pero nunca nos esperamos encontrarnos con gente mala, que recibiera golpes y humillaciones. Sabíamos que iba a ser duro pero no a este nivel”.
“Estoy con mi abogada, ya tenemos un trato con el INDH y con mucha gente que nos apoya detrás. Las diligencias de la investigación iban súper bien y rápida pero cuando los militares pidieron parar todo por la justicia civil, se ralentizó”, denunció.
Vargas concluyó enfatizando la necesidad de una revisión más profunda de los comandantes: “Estos comandantes no tienen más de 30 años, y claramente aquí primordió la maldad y la psicopatía de los tipos».
«Yo creo que más que trato psicológico, se debería examinar a los comandantes que tienen a cargo, ver cómo están llevando a cabo o escuchar a los conscriptos», finalizó a Palabras Sacan Palabras.