El metal progresivo, un género que tiene a Dream Theater como una de sus mayores referencias, es algo que en 20234 suena perfectamente normal. Pero a comienzos de los 90 sería como si le sugirieras a alguien que pida una pizza con pasta de dientes.
Desde siempre, las bandas de metal coquetearon con elementos progresivos, pero nada exagerado. Metallica tenía sus canciones largas y técnicamente complejas, especialmente en el álbum «…And Justice for All» de 1988. Iron Maiden pasó la mayor parte de la década de 1980 haciendo un sonido adyacente. Aun así, se evitó el término progresivo en asociación con el metal. Este fue el escenario al que se enfrentó Dream Theater antes de que irrumpieran en grande con «Images and Words», el álbum con el que se convertirían en la corriente principal del metal progresivo.
El 7 de julio de 1992, hace 32 años, se lanzó «Images and words». El segundo disco en la carrera de Dream Theater. Contó con el estreno de su nuevo vocalista James LaBrie. Y tuvo un impacto insospechado. Redefinió el rock progresivo y el metal progresivo de ahí para adelante.
El contexto del momento era el final del hair metal y el auge del grunge y el rock alternativo. Entre medio de esas dos aguas Dream Theater abrió otro camino, combinando la elegancia y complejidad de clásicos del progresivo como Yes o Rush, con la pesadez de Metallica o Pantera. El resultado fue algo que le voló la cabeza a mucha gente, que nunca había escuchado algo así, y el grupo se lanzó a la fama. Así, se abrió una nueva era en el progresivo y este es sin duda el disco que empezó todo para una generación y una gran cantidad de personas que hasta el día de hoy son parte de la fanaticada del estilo.
«Images and Words comenzó de manera conflictiva su proceso de grabación. Cuando finalmente salió el disco, estaba claro que el sello ATCO no tenía idea de cómo promocionarlo. Lleno de canciones de más de siete minutos, no había una única opción clara y las expectativas comerciales eran bajas hasta el punto de que solo produjeron ocho mil copias.
La canción que fue elegida como buque insignia del disco, «Another Day», apenas tuvo repercusión. Sin embargo, las estaciones de radio universitarias comenzaron a tocar «Pull Me Under» con regularidad. La banda y el sello se apresuraron a grabar un clip de la canción. Y esté se volvió una parte integral de la programación de MTV en ese momento.
«Pull Me Under» se convirtió en un éxito improbable para la banda, alcanzando el top 10 en la lista Hot Mainstream Rock de Billboard. Terminó ayudando a “Images and Words” a ganar un disco de oro en los Estados Unidos y un disco de platino en Japón.
32 años después, Dream Theater sigue siendo fuerte, pero muchos todavía consideran que «Images and Words» es el punto culminante de su discografía. Además, no se puede negar: fue un punto de inflexión en el metal.