Bruce Dickinson confesó cuál fue el momento más vergonzoso de su vida.
El vocalista y líder de Iron Maiden en una reciente entrevista con The Guardian, se refirió a distintos momentos de su vida. En ella, le preguntan cosas triviales como sus miedos, qué lo mantiene despierto por la noche o qué lo hace infeliz.
Dickinson, que se describió a sí mismo en tres palabras como «Hobbit cuántico peludo», reveló que no le gustan las serpientes , la arena y que la pista 27R del aeropuerto de Heathrow no lo deja dormir. También, que es desordenado, procastina y siempre llega tarde.
Sin embargo, la respuesta que más llamó la atención del público fue cuando The Guardian le pregunta cuál ha sido su momento más vergonzoso.
«Una vez vomité sobre los zapatos de uno de mis héroes vocales, el cantante de Deep Purple, Ian Gillan. Me envió a casa en un taxi con una toalla», respondió el músico de 65 años. El hecho habría ocurrido antes de su ingreso a Maiden, cuando aún formaba parte de Samson.
Dickinson ya se había referido al incidente en un programa de BBC el 2021. La banda había estado haciendo un álbum en el estudio de Gillian y se encontraban en un bar cuando el vocalista de Deep Purple entró.
«Entra mi Dios, Ian Gillian y dice: ‘Oye, qué gran vocalista. ¿Quién es el cantante?’ En ese momento, sentí unas repentinas ganas de vomitar. Salí corriendo de la habitación y vomité durante unos 45 minutos en el baño. Mi ídolo entra, da una patada a la puerta y dice: ‘Vamos, amigo. Sal. Vamos a secarte con una toalla’. Me metió en un taxi y me envió a casa. Nunca lo olvidé, y él nunca me dejó olvidarlo tampoco”, recordó Dickinson en esa ocasión.
Dickinson y la muerte
Por otra parte, el líder de Metallica también reveló brevemente una lista de eventos desafortunados en los que estuvo cerca de morir.
«Me dormí al volante en la M11, se me incendió el motor en una avioneta sobre el Atlántico, atravesé sin protección una zona de fuego enemigo para dar un concierto en Sarajevo en tiempos de guerra… la lista es interminable. Pero sí tuve cáncer de garganta en etapa 3 y me curaron unos médicos británicos fantásticos», dijo.
Asimismo, al músico también le preguntaron qué ocurre cuando morimos. Dickinson dijo que si ya ocurrió no lo recuerda. «Pero debí estar bien en una vida anterior porque no regresé como un camarón o, Dios no lo quiera, como un salmón en Escandinavia» finalizó.