ENTREVISTAS

«Allende sabía que inmolándose, encajonaba a Pinochet y a los golpistas»

Conversamos con Eugenio Tironi, sociólogo y autor de "Ajuste de Cuentas: Salvador Allende y la renovación de las izquierdas".

Eugenio Tironi Psp Web
Radio Futuro

En Palabras Sacan Palabras, Álvaro Paci y Andrea Moletto conversaron con Eugenio Tironi, sociólogo, y autor de «Ajuste de Cuentas: Salvador Allende y la renovación de las izquierdas».

Eugenio Tironi dedicó un año y medio en escribir su reciente libro, en el cual explora la figura de Salvador Allende en su contexto histórico. “Trate de poner a Allende en su contexto histórico, él no surge el 70. Él es una figura que marcó 40 años de la historia chilena”, mencionó el sociólogo.

La Figura de Allende

Según Tironi, el hecho de que Allende no se entregara y resistiera cambió completamente los planes. «Allende sabía que inmolándose encajonaba a Pinochet y a los golpistas», sostiene. La muerte del primer presidente socialista de Chile significó un cambio en las pretensiones opositoras a su gobierno.

Tironi se pregunta qué habría pasado si Allende hubiera negociado con Pinochet y se hubiera exiliado a México. Él mismo responde: «Lo más probable es que las fuerzas armadas constitucionalistas se hubieran impuesto y, con ello, hipotéticamente, se hubieran convocado elecciones».

Debido a la muerte de Allende, Pinochet y sus aliados se vieron «obligados a reorganizar Chile», ya que también era una forma de dar sentido a lo sucedido y enfrentar el juicio de la historia. «Él (Allende) encontró su lugar en la historia. Pero, ¿qué pasó con nosotros los dirigentes?», expresó.

Así, reiteró que «ante la historia la figura de Allende es mucho más fuerte que la de Pinochet y eso se produce por su inmolación en La Moneda».

Resistencia a Escribir sobre Allende

Tironi no ocultó las «resistencias» que enfrentó al escribir un libro sobre Salvador Allende. «Para mí, recordar a Allende es recordar la antesala del infierno», explicó Tironi, refiriéndose al golpe de Estado como el «infierno».

La figura de Allende tampoco era de devoción para Tironi. «Me producía rechazo su forma de vida; lo veíamos como un burgués y un revolucionario inconsecuente», señaló.

Tironi opinó que «Allende es una figura que polariza. Uno lo idolatra o lo sataniza». «No estaba dispuesto a sumarme ni al rebaño que lo adora ni al que lo sataniza», aclaró.

«Al estar en La Moneda comencé a comprender estas contradicciones de Allende y cuán triviales éramos nosotros que lo veíamos como un burgués reformista», concluyó Tironi, reflejando el cambio en su percepción hacia la figura de Allende.


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