«El cuervo» finalmente ha llegado a las salas de cines alrededor del mundo, incluidas las chilenas; sin embargo, lo hace cargando expectativas en la espalda ya que, como sabemos, es una nueva versión del clásico de culto de 1994, protagonizado por Brandon Lee.
Así, la producción seguró habrá trabajado en muchos aspectos para intentar diferenciarse, pero hay una que no tiene que ver exactamente con lo narrativo.
En una nueva entrevista promocional, el director Rupert Sanders ha revelado que prohibió las armas de fuego en el set de filmación. Todo, tras lo sucedido a Lee, quien murió tras recibir accidentalmente una bala real en el rodaje de la The Crow noventera.
«La seguridad es la prioridad número uno. Los sets de rodaje son muy peligrosos. Hay coches que se mueven a gran velocidad con grúas atascadas en la parte superior. Hay dobles que se caen por las escaleras desde cables altos. Incluso caminar por un set de noche con máquinas de lluvia y luces es trabajar en un entorno industrial. Es peligroso. Hay que estar seguro», le declaró Sanders a Variety.
Es por eso que cuenta que el primer día se reunió con el departamento de efectos especiales y el armero: «Eran muy conscientes de la seguridad. Siguen las mismas directrices que los militares cuando se trata de armas, pero yo no quería arriesgarme».
«Así que dije categóricamente: No tendremos armas de fuego en el plató», continuó el cineasta, explicando que por lo tanto «no tuvimos ni una sola pistola que pudiera tener un cartucho real o de fogueo cerca nunca, para que ningún proyectil pudiera entrar».
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¿Qué utilizaron entonces en «El cuervo»? Rupert Sanders revela que «Todas son armas de Airsoft, y algunas de ellas son sólo señuelos de goma o metal que son funcionales pero no tienen mecanismo de disparo».
«Lo bueno del Airsoft es que la corredera de una Glock sigue retrocediendo, pero entonces hay que añadir el casquillo», explicó. «Hay que añadir un fogonazo y humo, pero es un precio que merece la pena pagar. Me costó bastante dinero de mi limitado presupuesto para efectos visuales, pero creo que mereció la pena».