Hay cosas que simplemente suceden una sola vez en la vida, y lo mejor es que sin premeditación y de un modo totalmente aleatorio. Eso vivió una madre en un reciente concierto de Metallica; o, mejor dicho, le pasó a su hijo, quien a tan corta edad ya tiene una historia para contarle a sus futuros nietos.
Hablamos de Anne Watson y su niño, Russell, quienes asistieron a uno de los últimos shows que dio el cuarteto en Chicago, Estados Unidos. Con la intención de verlos más cerca, Russell le pidió a su madre si podía acercarse solo a la valla. Sin embargo, la pobre Anne se puso nerviosa cuando pasó una canción completa sin ver donde estaba su hijo.
Así, la mujer procedió a rezarle a su difunto marido para que cuidara de su Russell; un tenso momento que finalmente acabó cuando unas personas vieron a un pequeño individuo sobre el escenario.
«¿Ese es tu hijo?», le preguntaron indicando la parte de la tarima que contaba con Lars Ulrich tocando la batería y detrás de él Russell, sentado con sus tapones, viviendo el verdadero sueño del pibe. «¡Mierda, es mi hijo! Es mi hijo», se echó a llorar Anne.
Russell viviendo el sueño
Tras esto, el público alrededor ayudó a Anne a llegar adelante, para observar como su criatura movía la cabeza de arriba abajo y marcaba el tempo con su pie mientras sonaba «The Unforgiven».
«Russell dijo cuando volvimos al hotel esta noche: Sentí a papá en ese abrazo de Lars, mamá. Y luego lloró de felicidad. Y yo también. Y la vida nunca volverá a ser la misma… de la MEJOR manera posible», comentó Watson en Instagram.
A su vez, le dedicó cariñosas palabras al baterista de Metallica: «Gracias, Lars, por ser un ser humano tan genuino, amable y asombroso. No hay palabras para expresar lo que esto ha hecho por el corazón de mi hijo Russell».
Reviso el épico momento a continuación.