El universo de Batman y Ciudad Gótica nuevamente ha llegado a la pantalla chica; esta vez, a través de la serie «El Pingüino», que trae de vuelta al icónico personaje que vimos el 2022 en la The Batman de Matt Reeves.
La persona que se pone en lo pies del reconocido antagonista es Colin Farrell, que ha pasado por todo un proceso para lograr su interpretación a la perfección. Sin embargo, esta no ha sido solo física, sino también la propia esencia se ha construido en base a varios elementos.
En una nueva entrevista, Reeves, conversó sobre las inspiraciones detrás de el Pingüino, siendo una de las principales, el emblemático Fredo Corleone de El Padrino, interpretado por el legendario John Cazale.
«Hablamos mucho de Fredo. Hablamos de John Cazale en El Padrino y de la idea de darle una nariz de pingüino, o de hacer algo que estropeara la cara de Colin para dar la sensación de alguien que ha sido pasado por alto, alguien que tenía esa ambición en su interior pero del que se burlaban y al que habían menospreciado», le comentó el director a Deadline.
John Cazale como Fredo y Al Pacino como Michael en El Padrino: Parte II. Foto: Paramount Pictures.
Así, contó que el diseñador de protésis, Mike Merino, un día llegó y le enseñó en lo que estaba trabajando: «Mike es un artista increíble e hizo esta escultura. Te digo que la escultura era exactamente igual que Oz ahora. Es increible. Y yo estaba como: Espera, ¿qué?«.
«Nunca habíamos dicho: Tomemos a Colin y convirtámoslo en algo nunca antes visto. Dije: Este es Colin Farrell. Ahora tengo que decirle al estudio que no va a parecerse a Colin Farrell«.
El Pingüino de Colin Farrell
En cuanto a la trabajada caracterización, el propio Farrell hace unos días declaró que se sintió aliviado cuando terminó el rodaje del proyecto, ya que había pasado mucho tiempo maquillado y con prótesis.
Cuando se le preguntó si volvería a interpretar su papel en una segunda serie, dijo a Total Film: «No lo sé, amigo. No me malinterpretes, me encantó, pero me afectó un poco. Al final, me quejaba y me lamentaba ante cualquiera que quisiera escucharme de que quería que se acabara de una puta vez».