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Lo que hubo detrás del legendario solo de guitarra de Prince en el Salón de la Fama del Rock & Roll hace 20 años

La interpretación de Prince en Rock & Roll Hall of Fame en 2004 se mantiene como un emblema en la industria musical.

Prince Hall Of Fame

El sobrenatural solo de guitarra que Prince interpretó en la ceremonia de incorporación al Salón de la Fama del Rock & Roll en 2004, sigue siendo un ejemplo atemporal de su extraordinaria capacidad musical. No obstante, la actuación habría tenido una razón más profunda.

En un artículo reciente para la revista New York Times, la escritora Sasha Weiss ofreció un análisis en profundidad del documental aún no estrenado sobre la vida de Prince. La película, dirigida por el ganador del premio Oscar Ezra Edelman, ofrece una mirada sorprendentemente honesta al complejo genio musical que fue Prince.

Hacia el final del file, que actualmente tiene nueve horas de duración, se destaca la actuación de Prince en el Salón de la Fama.

Esa noche, el Purple One se unió a Tom Petty, Steve Winwood , Jeff Lynne y Dhani Harrison para honrar a George Harrison con una interpretación de «While My Guitar Gently Weeps». Prince permaneció invisible durante gran parte de la actuación desde el fondo, mientras cada uno de los otros músicos tocaba sus respectivas partes de la canción.

Luego, dio un paso al frente y ofreció un solo de guitarra que sigue siendo inigualable en la historia de los eventos del Salón de la Fama.

«Un acto de venganza»: El trasfondo que motivó a Prince en el escenario

Según el nuevo documental, Prince tenía algo que demostrar esa noche. Pues, el año anterior, había quedado fuera de la lista de los 100 mejores guitarristas de todos los tiempos de la revista Rolling Stone.

Jann Wenner, cofundador de la revista Rolling Stone, también era uno de los líderes del Salón de la Fama.

«Prince se enfrentó a este tipo de desaires», dijo Sasha Weiss en el artículo de la revista New York Times. «Y su toma del escenario –en un evento asociado con Jann Wenner y Rolling Stone– fue, en parte, un acto de venganza. Hay rencor y agresión en la actuación. Pero también hay dolor –en su rostro encogido, su distanciamiento: un hombre negro pequeño y soigné en el escenario con estos rockeros blancos desaliñados”.

En el documental, la actuación de Prince en el Salón de la Fama se contrasta con escenas de su pasado, incluida su tumultuosa infancia.

«De repente, esta actuación triunfal adquiere otra dimensión de inseguridad e insistencia frente a todos los escépticos: el establishment del rock blanco, sus padres incomprensivos, los demonios en su cabeza», explicó Weiss. «El lamento que provoca con la guitarra es tan lastimero que a uno también le dan ganas de llorar. Un amigo cercano me dijo después que Prince veía esta actuación una y otra vez».


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