Bob Weir siempre fue «El Otro». Realmente abarcaba una alternativa completa al miembro más reconocible de la banda, Jerry García.
Si García tenía una altísima voz de tenor, Weir tenía una voz de barítono andrajosa. Mientras uno tocó líneas cristalinas de guitarra solista, «the other one» tocó inversiones con infusión de jazz. Uno luchó con su salud, el otro siempre estuvo en excelente forma física. Jerry García presentó el ideal platónico del hippie, Bob Weir parecía capaz de colarse en una reunión de la junta directiva solo por su apariencia (si se ataba el cabello en una cola de caballo). Cuando García se retiró del centro de atención, Weir se convirtió en el líder nominal, interactuando con la multitud y liderando cánticos de llamada y respuesta.
Hubo también una marcada diferencia entre las canciones que ambos intercambiaron a lo largo de los shows de Grateful Dead. Si Jerry se quedó con las baladas emotivas, Bobby se quedó con las melodías de rock and roll. El primero podía jugar al country, pero su compañero era el vaquero principal. Ambos emplearon suites de canciones de formato largo, pero las diferencias entre «Terrapin Station» de García y «Weather Report Suite» de Weir son monumentales. Trabajaron en conjunto, se enfrentaron entre sí con facilidad y agregaron diferentes elementos al rico y variado guiso que fue Grateful Dead.
Weir siempre tuvo una versatilidad que le resultó muy útil. Podía navegar por arreglos densos o tocar melodías de Chuck Berry de tres acordes sin que hubiera ninguna contradicción. Podría encarnar el espíritu alegre de Pigpen en ‘Good Lovin’ o simplemente agregar color a los altísimos solos que García lanzaría en ‘Morning Dew’. Su registro más bajo añadió un extremo inferior a las armonías del grupo, y su comportamiento afable lo convirtió en el hermano pequeño eternamente burlado dentro de la dinámica personal única de los Muertos. En otras palabras, simplemente encaja. Y en el día en que cumple 76 años, en la radio del rock elegimos los 10 clásicos esenciales de Bob Weir en Grateful Dead.
The Other One
Bob Weir era en gran medida el hijo de Grateful Dead. Se unió a la banda cuando tenía solo 16 años y fue el blanco constante de bromas, el blanco de burlas y la fuente ocasional de descontento dentro del grupo. A medida que la banda evolucionó, Weir casi se quedó atrás debido a sus habilidades inicialmente rudimentarias. Weir tuvo que adaptarse a las improvisaciones psicodélicas y densas que estaba adoptando la banda e inicialmente le costó encontrar su propio vehículo de exploración. Sería en el segundo álbum de la banda, «Anthem of the Sun», donde Weir encontró su primera canción principal importante. En «The Other One», dirigió a la banda a través de una legendaria historia psicodélica que transmitía infinitas improvisaciones que a menudo podían alcanzar la media hora de duración. Con esta, demostró que podía seguir a la banda en su nueva y emocionante dirección.
Sugar Magnolia
Los Dead no tuvieron»‘éxitos» en el sentido tradicional de la palabra. Pero a medida que se volvieron cada vez más legendarios dentro del mundo de la música, canciones específicas comenzaron a escapar de la atmósfera de culto interna de la banda. Y fueron más reconocidas por el público general. «Sugar Magnolia» se ha convertido en una de las principales formas de integrar a los oyentes ocasionales en el fandom de los Grateful Dead. Un corte rockero dinámico sobre las maravillas de la naturaleza y el fuerte apoyo de un socio, irradia el tipo de alegría exuberante que cualquiera podría experimentar. Grateful Dead utilizó su carácter indeleble como arma, tocando la canción más que cualquier otra canción original.
One More Saturday Night
Grateful Dead era una banda versátil, capaz de adoptar rock progresivo, folk, country, jazz, bluegrass, R&B y casi cualquier otro estilo en su sonido. Pero pocos géneros eran tan potentes para la música de la banda como el rock and roll de la vieja escuela. A veces, una banda simplemente necesita rockear. En un momento, Weir decidió que quería una melodía de rock and roll para él, así que recurrió al letrista interno de los Dead, Robert Hunter, para que le ayudara a darle cuerpo a la melodía. Weir cambió la mayor parte de la letra, lo que llevó a Hunter a repudiar la canción, pero es difícil argumentar que Weir no tomó la decisión correcta. «One More Saturday Night» es un espectáculo divertido que cierra, y si es ese día de la semana, es casi seguro que lo escucharás como el bis final del programa.
Black-Throated Wind
Otra infusión de «Ace», «Black-Throated Wind» ha pasado por una progresión fascinante dentro del canon Dead. Originalmente interpretada con frecuencia a principios de los años 70, la canción se quemó o cayó en desgracia dentro del grupo y no tuvo una sola interpretación entre 1974 y 1990. Durante los últimos cinco años de la banda, la canción volvió a publicarse. a menudo ante una atronadora recepción por parte de los Deadheads acérrimos. Una canción de viaje, «Black-Throated Wind» es una de las letras más impenetrables de una banda que nunca tuvo miedo de dejar que las interpretaciones de sus canciones cobraran vida propia. Más importante es la interpretación apasionada y el renacimiento de la canción, ahora considerada con razón como una de las mejores de todos los tiempos de Weir.
Mexicali Blues
«Cowboy Bobby» es un personaje que se ha vinculado intrínsecamente con Bob Weir. Ya sea interpretando «El Paso» de Marty Robbins, «Mama Tried» de Merle Haggard, «Me & My Uncle» de John Phillips o «Me and Bobby McGee» de Kris Kristofferson, Weir reunió una gran cantidad de melodías country y western que a menudo agregaba un poco de diversión a las primeras series de conciertos de Dead. Tal como había hecho con «One More Saturday Night», Weir decidió que quería una canción de vaquero original propia, por lo que él y Barlow se pusieron a escribir una melodía country y western a la antigua usanza. «Mexicali Blues» sigue una trama similar de amor, asesinato y fuga. Si puedes superar cuán menor de edad es su compañero (y ese es un gran «si»), lo que te queda es uno de los juegos más divertidos del canon de Grateful Dead.
Cassidy
El legendario Merry Prankster Neal Cassady de «The Other One» regresa en «Cassidy», aunque aquí reside más como un fantasma que como un personaje. Cassidy lleva el nombre de la hija del roadie de Dead Rex Jackson, pero el compañero de escritura de Bob Weir, John Perry Barlow, imaginó la vitalidad de Cassady renaciendo a través de los ojos de una nueva vida: «Puedo ver por la forma en que sonríes que está retrocediendo». Weir, una canción hermosa y delicada sobre el milagro de la vida, nunca fue más entrañablemente genuina que cuando canta ‘Cassidy’. El propio Weir tiene afinidad por la canción y, cuando se le preguntó qué canción quería que sonara en su funeral, Weir respondió con las primeras líneas de ‘Cassidy’, entrando en el círculo eterno de la vida y la muerte como se ilustra en la letra.
Playing in the Band
El álbum solista de Bob Weir, «Ace», ocupa un lugar preponderante en su leyenda. Principalmente debido al hecho de que dio origen a muchas de sus contribuciones más notables al canon de Dead. Grabado con todos los miembros de la banda, menos Pigpen, «Ace» es básicamente un álbum de Grateful Dead si Weir fuera el único cantante, lo que lleva a algunas fascinantes imágenes del universo alternativo de García simplemente como el guitarrista principal. «Playing in the Band» muestra la temprana inclinación de Weir por los compás extraños, recorriendo un compás de 10/4 que mantiene la canción dando vueltas con un impulso idiosincrásico. De alguna manera, la canción también extendió una rama de Oliver a las legiones de fans de la banda. Cantando, asistiendo a espectáculos o simplemente difundiendo el evangelio de los muertos, tú también estarías tocando en la banda.
Estimated Prophet
A medida que entraron en un territorio más jazzístico en los años 70, el estilo que a menudo se asociaría con los Dead comenzó a tomar forma. Interferencias nebulosas, estructuras de acordes complejas, extrañas desviaciones de compás y compases. Atrás quedaron las influencias más explícitas del R&B y el blues. «Estimated Prophet» representa el deseo de Weir de hacer más que canciones de vaqueros o versiones de rock and roll. Pero la simplicidad psicodélica de ‘The Other One’ no sirvió. Weir quería algo más estructurado y más elástico. Salió «Estimated Prophet». El equilibrio perfecto entre el arreglo más ambicioso de la banda y la búsqueda continua de melodía y ganchos por parte del grupo. Uno de los mayores placeres de la vida es ver al novato Deadhead intentar entender los alucinantes acordes y los cambios de tiempo de la canción.
Weather Report Suite
Grateful Dead destacó sus ambiciones de ir más allá de las suites desordenadas de «Anthem of the Sun» a lo largo de los años 70. Y los propios deseos de Weir de una composición de duración épica con partes muy arregladas y poca improvisación de forma libre lo llevaron a crear una nueva pieza basada en caminos tempestuosos del mundo natural. Lo que creó fue una suite de tres partes que ilustraría cuánto había madurado como compositor, arreglista y cantante. Permaneció en la rotación en vivo de la banda hasta el final. Era más contundente y más frenético que sus moderados predecesores. Y permitió a la banda estirar sus piernas de improvisación de jazz-fusión. Creando un jam monstruoso que era irresistible para una banda ansiosa por demostrar sus variadas influencias.
Truckin
«Truckin» en realidad actuó como la «canción comercial» de la banda. Todo antes de que «Touch of Grey» los catapultara de nuevo a la corriente principal dos décadas después. Incluso se podía escuchar a los que no eran Deadheads cantando las letras sobre redadas de drogas y la vida en la carretera. Más que cualquier otra canción de Dead, debido a sus referencias específicas, ‘Truckin’ es emblemática de Grateful Dead como una adición impecable a la cultura estadounidense.
