En Palabra Que es Noticia, Antonio Quinteros y Andrea Moletto conversaron con Carolina Pérez Stephens, quien analizó de qué manera la tecnología afecta distintos aspectos en la vida de niños, niñas y adolescentes.
“Uno tiene que ponerle harto empeño en acordarse cómo era uno cuando fue adolescente. El tema con el cerebro es que uno va pasando etapas y se olvida de cómo lo sentía”, comentó Carolina respecto a la comprensión de los adultos a diferencia de los más pequeños.
La educadora apunta a que la diferencia de cómo se sentían los niños, niñas y adolescentes hace años y los de ahora, está en que el acoso actualmente tiene un nuevo espacio y es el del internet. “Hay que entender que el cerebro adolescente no tolera tanto estrés”, aseguró.
Comparación física
“Por eso vienen los problemas, las autolesiones, la depresión, la ansiedad, la anorexia y la bulimia. No tienen las herramientas ni cognitivas ni sociales para lidiar con que tanta gente me esté criticando”, afirmó. “Y por otro lado, estoy todo el día viendo gente regia”, añadió, mencionando que la comparación física es constante.
“Por más que tú le digas a tu hija “oye esto es photoshop”, ella lo podrá escuchar, pero no lo logra entender. Le dices “tiene filtro, su piel no es así”. Simplemente ve a una niñita que es más linda que ella todo el día y eso le provoca sufrimiento”, complementó.
Los expertos
“Los psiquiatras en Estados Unidos vienen hablando de este tema por 17 años. Mi pregunta es dónde estaban los psiquiatras chilenos hace 17 años para prevenir, porque mucha gente a mí no me creía, simplemente porque yo soy educadora y no soy doctora, pero ellos sí. Debieron haber estudiado este tema hace 17 años para ayudar a la cantidad de adolescentes que hoy día sufren. Ahora no sacamos nada”, puntualizó Pérez.
“Los psiquiatras norteamericanos dicen: “nada de redes sociales hasta los 16 años y un máximo de una hora al día”. El problema es que hoy día nuestros adolescentes y niños tienen redes sociales desde los 8, 9 años y pasan 7 horas. Eso es lo que colapsa a este cerebro que está en desarrollo”, añadió.
“Fui a Estados Unidos en el 2019 a un congreso solamente de doctores y un psiquiatra se paró delante y lloraba porque había perdido muchos pacientes. Decía “la única forma que nosotros los adultos le tomemos el peso a esto, es que tengamos más números rojos”, contó Carolina. Además, advirtió que “los números rojos son más suicidios, más bulimia. Esos números rojos van a tener nombres y apellidos”.
“Estamos viendo una pandemia de salud mental y no veo a la gente muy escandalizada”, enfatizó.
El cerebro adolescente
Carolina Pérez señaló que “el cerebro a partir de los 12 años se empieza a profesionalizar. Se está preparando para hacer un cerebro adulto, entonces necesita ser eficiente y eficaz”.
“No puedo tener una tonelada de neurona inutilizada porque me ocupan hueco. Tengo que masterizar los circuitos que yo uso para hacerme más profesional”, agregó.
La importancia del sueño
La educadora asegura que “la higiene del sueño es clave para tener una vida digna, para disfrutar nuestra vida y eso también es válido para nosotros los adultos”.
“Cuando un niño, un adolescente no duerme bien las horas que le corresponde, no es un niño que se quede dormido en clases, es un niño desregulado emocionalmente, más agresivo, con menos tolerancia a la frustración”, señaló. “Un niño chico tiene que dormir 12 horas y un adolescente tiene que dormir entre 9 y 10 horas”, añadió y aseguró que las pantallas se deben apagar al menos dos horas antes de dormir.