ENTREVISTAS

“No les hemos enseñado a desarrollar las destrezas sociales y emocionales”: Carolina Pérez explicó los problemas que atraviesan los jóvenes para lidiar con su salud mental

La educadora asegura que "hemos sobreprotegido a nuestros hijos en el mundo real", lo que ha generado que se escuden en la tecnología.

Autolesiones Getty Card Web
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En Palabra Que es Noticia, Antonio Quinteros y Andrea Moletto conversaron con Carolina Pérez Stephens, educadora con Máster en la Universidad de Harvard, quien se refirió al consumo de redes sociales en niños, niñas y adolescentes.

Carolina apunta a un documental en el cual los creadores de las redes sociales mencionan haber tenido conocimiento de que serían adictivas. “Antes no podías llevar la tele, ni el juego de video en el bolso. En cambio ahora tienes un computador con acceso al mundo en tu bolsillo. Ellos sabían porque contrataron a los mejores psiquiatras y neurólogos”, comentó.

Las RRSS y la pandemia

La educadora mencionó que “durante toda la humanidad ha habido gente con depresión o problemas de autolesiones, con intentos de suicidio”. “Si tú analizas los datos, durante los últimos 100 años se habían mantenido estables, pero a partir del año 2012 se disparó”, añadió.

Aseguró también que “a partir de ese año nuestros niños y adolescentes pudieron tener el mundo en su bolsillo. Empezaron a vivir la vida perfecta de los otros, se olvidaron de vivir su propia vida y dejaron de desarrollar las destrezas sociales que son claves para una vida normal y feliz”.

“Nosotros en Chile ya vivíamos problemas de salud mental pre pandemia, pero era como una mochila llena de piedras y sobrevivíamos”, señaló. “Esta mochila la llevamos en la espalda por muchos años. Ahora en la pandemia fue como tirarle una mega roca que nos dejó botados en el suelo”, enfatizó.

“Muchas familias colapsaron y les pasaron pantallas a destajo a los niños porque ya no podían soportar vivir en pandemia. Esos niños volvieron a clases presenciales y nadie en Chile se preparó para recibirlos”, afirmó.

“Nadie se preocupó de la salud mental, entonces fue agregarle otra mega roca y los niños colapsaron, vieron que su vida no tenía sentido, que nada le daba placer. Lo único que les hacía pasarlo bien era estar metido en redes sociales”, complementó.

Depresión 

Pérez señala que “los problemas empiezan desde que tú eres chiquitito. Desde que te caes, desde que te quitan un juguete, desde que alguien te pega y ahí está el adulto mediador que va enseñándole a los niños a reconocer su emociones y a solucionar problemas. Cuando los niños son chicos, son problemas chicos”.

“Pero esas destrezas se van desarrollando en el tiempo. Si yo a un niño lo sobreprotejo desde la cuna, que no se caiga, que nadie lo mire, que nadie lo salude y yo en mi amor inmenso de mamás siento que lo estoy haciendo perfecto, porque mi hijo no sufre, no lo estoy preparando para la vida”, afirmó.

La educadora comentó que “hemos sobreprotegido a nuestros hijos en el mundo real. Les hemos dado chipe libre en el mundo análogo y además nos deja tranquilos el tener a los niños en nuestras casas”. “Pero el problema es que tú tienes que salir en algún minuto a la vida real y ahí empiezan los problemas”, añadió.

“Todos fuimos adolescentes y tuvimos hartos problemas y sabíamos que había un adulto, el papá, la mamá, una profe, que nos iba ayudando a solucionar problemas. Pero hoy día a la mínima de problema, me corto, a la mínima de ansiedad, me da un ataque de pánico”, aseguró.

Complementó diciendo que “no es que los niños de hoy día tengan problemas mayores, son los mismos problemas de siempre. El problema es que no les hemos enseñado a desarrollar las destrezas sociales y emocionales para lidiar con los problemas de la vida diaria”.

El estrés está conduciendo a las autolesiones

Ante el fenómeno de las autolesiones, la educadora asegura que “cuando yo estoy demasiado presionada, demasiado estresada, no me sirve salir a correr, necesito una salida rápida y eso es cortarme. Yo me corto con una hoja y me duele, pero cuando es tanto el estrés, al cortarme me relajo. No sienten dolor, sienten placer”.

“Si una niñita empieza a ver que otras cabras se andan cortando y dice de moda “me voy a cortar”, me corto una vez me va a doler y no lo voy a volver a hacer. Pero si esa niñita al ver esta moda se corta y siente placer, es porque ya venía con otros problemas”, afirmó.


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