ENTREVISTAS

«No me puedo poner en la posición de sospechar que el presidente y la ministra del Interior participaran en actividades delictuales, pero sus conductas tendrán que ser evaluadas»

Conversamos con el exministro de Justicia, Isidro Solís, sobre el caso Monsalve y las reacciones del gobierno ante este.

Manuel Monsalve Card Web
Agencia Uno

El caso Monsalve sigue revelando nuevas aristas. En Palabra Sacan Palabras, Álvaro Paci y Andrea Moletto conversaron con Isidro Solís, exministro de Justicia, sobre las novedades y las repercusiones del presente caso.

Solís comenzó comentando que “el Ministerio Público decretó la reserva de la carpeta” en el caso Monsalve, lo que calificó como una “medida muy dura”. Especificó que “decretar la reserva es excepcional en nuestro actual sistema de enjuiciamiento, que privilegia la transparencia e inmediatez”.

Respecto a la investigación, Solís explicó que, durante 40 días, la defensa de Monsalve no puede acceder a la carpeta, excepto por la información que el tribunal ha determinado que se les entregue en un plazo de 15 días. Reiteró que “la medida central es que no pueden acceder a la carpeta”.

Sobre los motivos de esta decisión, Solís mencionó que “el fiscal Armendáriz consideró que había peligro para la investigación”.

Actuación del gobierno

En cuanto a la reacción del gobierno, Solís afirmó que “desde un principio, el gobierno manejó mal la crisis”. Añadió que “todo lo que se sabía en las primeras horas conducía a que él (Monsalve) debía separarse de inmediato del cargo”, indicando que había razones de prudencia y legales para ello.

También destacó que a Monsalve “se le permitió durante casi 48 horas el uso de bienes fiscales, sabiendo que estaban destinados exclusivamente a actividades particulares”. Recordó que al exsubsecretario “se le permitió presentar la renuncia como si fuera voluntaria y desde el Palacio La Moneda”.

Por estas razones, Solís consideró que hubo “una cadena de errores muy graves”.

A pesar de estos errores, el exministro no ve una intención directa del gobierno, ni del presidente, de ser cómplices de Monsalve. “No me puedo poner en la posición de sospechar que el presidente y la ministra del Interior participaran en actividades delictuales, pero sus conductas tendrán que ser evaluadas”, concluyó Solís.


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