En Palabra Que es Noticia, Antonio Quinteros y Andrea Moletto conversaron con Eduardo Labarca, prefecto en retiro de la PDI y asesor en seguridad, quien analizó la detención de los Carabineros acusados de estar involucrados en el robo a Brinks en Rancagua.
“Hay un antes y un después”
Labarca comenzó realizando una comparativa de la escena delictual actual con la de hace 30 años atrás. “Yo fui policía en los 90 y en los 80, uno salía de la casa y no había celular, no había nada, hoy es imposible. Hay un antes y un después”, aseguró.
Además, apunta a la llegada de delincuentes extranjeros como la razón principal de este cambio. “Chile ha sido un país exportador de delincuentes, es la verdad. Los chilenos roban el extranjero, en Europa. Los que han podido salir saben que nosotros tenemos esta exportación no tradicional que son los lanzas”, señaló.
“Desde hace unos 15 años atrás el nivel de violencia en Chile, violencia de homicidio, no había como ahora, no habían secuestro como ahora y es netamente importación”, añadió.
El prefecto en retiro aseguró que “con la llegada de estos delincuentes, es cierto que subieron el nivel de violencia. Lo que tuvieron que hacer las bandas criollas, las bandas en Chile, es nivelarse en el sentido de la violencia. Se acabaron los códigos. El choro antiguo no robaba en la población, no robaba a los abuelitos”.
¿Qué pasa con las instituciones?
Respecto a la crisis que existe dentro de las instituciones, específicamente con la reciente detención de 5 Carabineros, Labarca menciona que “las instituciones están hechas por personas y estas personas son permeables. Más aún en el nivel de dinero del que estamos hablando”.
“No nos tenemos que sorprender, porque el crimen organizado va a seguir en esto”, aseguró el prefecto en retiro. Además, comentó que “hay personas que subyacen ante la tentación”.
La vida delictual
Eduardo Labarca puntualizó en la manera en la que los delincuentes ven el hecho de estar en la cárcel, en donde apunta a que “para ellos la cárcel es su vida”. Esto se vería reflejado en el nulo miedo que tienen a quedar privados de libertad.
“Para el delincuente la cárcel forma parte de su vida. En la cárcel tiene mujeres, en la cárcel tiene droga, alcohol, fiesta”, añadió.
Labarca, además, aseguró que en los casos de la magnitud que tuvo el robo a Brinks, existe un grupo selecto que conoce detalladamente todo. Esto sería una de las razones por las cuales no se sabe dónde queda el dinero sustraído.
“El delincuente chileno es un delincuente que le llaman el “sanguchito de palta”, le gusta contar. Los delincuentes más chicos suben sus fechorías a Instagram, muchos hacen “en vivo”, les gusta ser connotados. Les da un estatus dentro del hampa”, enfatizó.
Los recientes robos a cajeros automáticos
En los últimos días se han dado una serie de ataques a cajeros automáticos. El asesor de seguridad planteó que “las empresas privadas van a hacer lo que el legislador le pida. La legislación no obliga a que los cajeros estén entintados”, lo cual era una medida para rastrear el dinero que fue sustraído.
“La obligación es que estén anclados, porque antiguamente estaba la técnica del lazo. Después era oxicorte. La tinta es lo más caro que hay”, señaló, asegurando que las empresas optan por lo que les resulta más económico.
“Mi opinión es que esta información estaba en el colectivo de toda la gente hasta los delincuentes. Información clasificada desde adentro. Alguna persona que trabaja y le dice ‘sabes que los cajeros ya no tienen tinta’”, afirmó.