ENTREVISTAS

«Si toda una generación no conecta su corteza prefrontal de manera normal, vamos a estar con una sociedad que hace todo lo que quiere sin mediar consecuencia»: Carolina Pérez por efectos del uso de redes sociales en la adolescencia

Pérez apunta a que el desarrollo cerebral no es solo un tema cognitivo y emocional, sino que también social.

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En Palabra Que es Noticia, Antonio Quinteros y Andrea Moletto conversaron con Carolina Pérez Stephens, educadora con Máster en la Universidad de Harvard, quien comenta distintos puntos cognitivos y sociales acerca del desarrollo del cerebro en niños y adolescentes.

“El cerebro no para de crecer, no para de conectar neuronas, no para de aprender nunca en la vida”, comienza planteando Carolina. “Pero desde 0 a 12 años lo único que hacen es aprender con las manos en la masa. Van aprendiendo a relacionarse con otras personas y conocer cómo es el mundo”, señala.

El cerebro en sus inicios

“A los 12 años entra un jardinero a podar y a botar lo que no sirve y lo que no se usa, porque la idea del cerebro adolescente es profesionalizarse para la vida adulta, entonces no me sirven de nada tener plantas que están medio secas, plantas muy grandes que no uso, porque me impiden mi buen desarrollo a futuro”, agrega.

“Pero si ese niño de 0 a 12 años no hizo deporte, no aprendió idioma, no aprendió destrezas sociales, va a entrar este jardinero y va a decir “esos circuitos neuronales no se usan” se podan”, puntualizó. 

Tecnología en edad temprana

Respecto a los niños que comienzan a consumir tecnología desde muy pequeños, la educadora cuestiona “¿qué circuitos neuronales está practicando el sacarse selfie, ponerse filtro y andar Whatsapp?”. Asegura, además, que un niño en esta situación “no tiene ganas de estudiar, no quiere aprender otro idioma, no quiere leer, le da lata”.

Frente a la comparativa de un niño al que sí le leyeron en casa, quien “libera este neurotransmisor que se llama dopamina y lo va a pasar bien cuando aprenda a leer”.

“Hoy día estamos liquidando esos circuitos neuronales desde la cuna, porque papá, mamá y profe quieren que los niños estén tranquilos, que no se muevan y que no hablen”, señala Carolina Pérez.

Pero también comprende la realidad de cientos de padres, en donde plantea que “tenemos papás colapsados por la pega, por las distancias que tienen que andar en micro como 3 horas, entonces obviamente llegan colapsados a la casa, con qué moral le voy a decir ‘léale un cuento de manera entretenida’”.

Autorregulación en adolescentes 

“La corteza prefrontal, qué tiene que ver con la organización, la planificación y la autorregulación, es vital para vivir en sociedad”, señala Carolina, asegurando que se desarrolla completamente al alcanzar los 25 años. “No tiene nada que ver con ser reprimido o no tener libertad de expresión”, enfatiza. 

“Estamos hablando de un problema no cognitivo, ni emocional, estamos hablando de un problema social, porque si toda una generación no conecta su corteza prefrontal de manera normal, vamos a estar con una sociedad que va a decir todo lo que piensa sin mediar consecuencias y va a hacer todo lo que quiere sin mediar consecuencias y eso es muy grave”, advierte.

“No es un tema de andar autocensurándonos, es un tema de democracia y de vivir en sociedad de manera sana”, afirma la autora de «Secuestrados por las pantallas: Una adicción en niños, niñas y adolescentes» y «Atrapados por la red: Adolescentes, redes sociales y salud mental».


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