Hay cita con parte de la historia del rock progresivo en los próximos días en Chile. La trae David Cross, ex violinista de King Crimson, que fue parte activa de la banda durante toda esa etapa marcada por los discos “Larks’ tongues in Aspic”, “Starless and Bible Black” y “Red”, a mediados de los años 70.
Va a estar presentando una selección con lo mejor de estas producciones de culto, acompañado del baterista actual de King Crimson, Jeremy Stacey (que estuvo en la histórica primera visita de King Crimson a Chile hace unos años). El encuentro en Santiago es este lunes 2 de diciembre en el Teatro Nescafé de las Artes, con los nacionales Tryo como banda invitada. Además tendrá una pasada por Concepción el día antes, el domingo 1 de diciembre en el Teatro de la Universidad de Concepción. Las entradas para ambas fechas son por Ticketmaster.
En la espera hablamos con David Cross:
-David, bienvenido a Radio Futuro. ¿Cómo es para ti tener la oportunidad de revivir esta música en los escenarios?
-¡Hola! Estoy muy emocionado de estar tocando en Chile, realmente es una alegría y mi banda está muy emocionada por volver. Fíjate que al principio no estaba seguro de querer hacer lo de “Larks’ tongues in Aspic”, pero el tecladista de la banda pensó que era una buena idea probarlo. Y cuando lo hicimos fue fascinante, muy interesante. Así que estoy contento de que lo hayamos hecho y haber iniciado este proyecto, estoy disfrutando mucho de tocar este material ahora. Es mucho más fácil, ahora tengo 50 años de práctica. Puedo tocarla mejor que antes.
-¿Qué significan estos álbumes con King Crimson para ti?
-En un principio intenté desligarme de todo después de King Crimson, olvidarme de todo eso y buscar quién era yo. Así que hice un montón de investigaciones sobre jazz e improvisación en particular. Trabajé incursionando en el Bebop e hice cursos en jazz para intentar entender más sobre eso. Tuve una banda que hizo jazz inicialmente y luego se mudó a ser una banda de rock. Y a lo largo de los años empecé a hacer amigos a través de las canciones de King Crimson nuevamente así que empecé a escucharlas más. “Larks’…” fue el primer álbum que hice con King Crimson y lo que estoy feliz ahora es tocar ese material nuevamente. Desde mi perspectiva, es una oportunidad para mejorar en lo que hice y estoy muy contento de tener esa oportunidad. No suele pasar en la vida que tengamos la oportunidad de volver, arreglar cosas y hacerlas mejor. Estoy disfrutando de eso, de traer nuevas ideas a la música, ser sincero con lo original y encontrar formas de expresarse en mi banda y en la música. En particular creo que “Larks’…” es muy diferente a todo lo que he escuchado desde entonces. Y creo que todavía tiene su lugar especial de ser un experimento que funcionó, algo muy extraño que logró encontrar un lugar en los corazones de la gente y en sus imaginaciones. Estoy muy orgulloso de ser parte de eso. Y creo que el que más me gustó fue “Starless and Bible Black”, fue mi favorito porque me gustó la idea de las canciones y de lo que estaba siendo King Crimson. Pero desde la perspectiva de ahora, 50 años después, creo que “Larks’…” es probablemente la cosa más especial que hicimos.
-Hiciste una contribución muy importante, dando importancia al violín como instrumento, porque no es uno de los tradicionales dentro de la música rock. Siempre pensamos en la guitarra, el bajo, la batería, los teclados, pero poner el violín en eso fue muy importante. ¿Cómo lo ves?
-Sí, eso es cierto. Y estoy muy agradecido de que tuve la oportunidad de hacerlo. Creo que fue una gran oportunidad de trabajar con fantásticos músicos y probar cosas nuevas en el instrumento y tratar de encontrar una manera de hacer que funcione. Y creo que con otras personas no hubiera funcionado, porque sólo ellos eran tan pacientes. Yo era paciente con todos y ellos conmigo, y tomamos el tiempo de escuchar lo que decíamos cada persona. Así que creo que había un tipo de respeto mutuo allí, que hoy en día no se puede hacer. La gente nunca permite tener ese tiempo juntos ahora. Si tengo que tocar con una banda ahora, tengo que hacer todo mi trabajo en casa, practicar, hacer todo bien antes de entrar a la sala de ensayo. Y soy afortunado si es que alcanzo a entrar. En ese entonces teníamos mucho tiempo para ensayar, mucho tiempo para prepararnos, conocer a los demás, tener todos nuestros argumentos y todo lo demás. Eso fue muy importante, porque entonces esa música salió de ese tipo de tolerancia mutua, ese interés mutuo. Pero creo que eso no sería posible hoy en día. Nadie podría hacerlo.
-King Crimson es un fenómeno muy especial. La música que la banda hizo no fue muy comercial, pero se convirtió en un número clásico dentro de la música rock. Aquí en Chile, particularmente, tenemos muchos fans de King Crimson, ¿qué te parece ese fenómeno?
-Creo que es extraño. ¿Sabes qué? Lo que no me gusta es que cuando yo estaba en King Crimson, teníamos hombres y mujeres en la audiencia. Ahora son todos hombres, o casi todos hombres. No sé dónde se fueron las mujeres. No sé qué hizo King Crimson después de que yo salí, pero lo que hicieron fue espantar a todas las mujeres. Creo que eso no es bueno. Me pone incómodo la música que es solo para hombres. Estoy seguro de que la música no fue creada solo para hombres. Fue creada para todos. Espero que podamos tener más mujeres en nuestros conciertos.
-Hablamos de King Crimson y sé que estás muy orgulloso de los otros trabajos que has hecho en tu carrera también, ¿no?
-Estoy contento de que King Crimson me dio la oportunidad de experimentar y avanzar con mi vida. Y desarrollar cosas de la manera en que lo hice. Hicimos un álbum en noviembre llamado “Ice Blue Silver Sky”. Estoy muy orgulloso de eso.
-Seguro. Y volviendo a King Crimson, ¿sigues en contacto con algunos miembros de la banda? Robert Fripp o Bill Bruford?
-De vez en cuando. A Bill lo veo cada vez. Con Robert hablamos sobre todo por correo. Pero me cuesta verlo en persona. Incluso cuando voy a sus conciertos, nunca lo veo. Está en la parte de atrás y desaparece. Con Bill nos juntamos la otra vez, en que fuimos a un concierto de tributo a John Wetton, para intentar ganar dinero para un centro de cáncer, y Bill estaba allí. Estuvo un tiempo sin tocar pero ahora está tocando, así que fue un gran regalo. Nos llevamos muy bien.
-Bueno, David, eso es todo por hoy. Muchas gracias. ¿Tienes algunas palabras finales para todos los fans?
-Sí, no podemos esperar para estar ahí con ustedes tocando y verlos a todos. ¡Allá vamos!
Las entradas para las fechas en Santiago y Concepción se encuentran en sistema Ticketmaster.