En Palabra Que es Noticia, Antonio Quinteros y Andrea Moletto conversaron con Javier Argüello, autor del libro «Los límites de la ciencia: Una vista al Acelerador de Partículas más Grande del Mundo».
El escrito será presentado mañana, miércoles 13 de noviembre, a las 14:30 horas, en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Diego Portales, ubicada en Vergara 240.
Inteligencia Artificial
El escritor comentó sobre la idea de que el ser humano pudiera crear un ser pensante. Argüello explicó que esta creencia estuvo presente en el pasado, pero con el tiempo se había dejado de lado.
Sin embargo, con los avances en inteligencia artificial, esa sensación ha resurgido en algunas personas. A pesar de ello, fue tajante y mencionó que “nuestras exploraciones en inteligencia artificial están volviendo sobre la fantasía de que estamos a punto de crear un ser que siente y que piensa, y eso es mentira”.
«Es absolutamente falso que una inteligencia artificial pueda sentir o pueda pensar, pero nos fascina la idea de crear vida», complementó el escritor argentino.
También comentó sobre los riesgos de estos avances tecnológicos. “Uno de los peligros es que empecemos a pensar que es mejor que las máquinas tomen las decisiones porque son más objetivas que nosotros”, comentó.
Argüello aseguró que lo anterior también es falso. Afirmó que “las máquinas no toman decisiones, no tienen criterio ni tienen un punto de vista desde el cual analizar”. “Para que una máquina piense tiene que tener conciencia y no sabemos lo que es la conciencia”, concluyó respecto a dicha temática.
Física teórica y experimental
En cuanto a la física, Argüello señaló que existe “una especie de divorcio entre la física teórica y experimental”. “Las ideas de los físicos teóricos no son plausibles de ser llevadas a la práctica en un experimento”, indicó.
Por lo anterior, el escritor abordó la teoría de las cuerdas y cómo podría ayudar a comprender las diferencias actuales en la física. En relación con esa teoría, señaló que «hay cuatro grandes fuerzas en la naturaleza, y no hay ninguna teoría que las pueda agrupar a las cuatro a un nivel macro».
“Para que funcionara tendría que haber 11 dimensiones en el universo”, agregó
Argüello destacó la diferencia con lo sucedido con otros dilemas en la ciencia y física en el pasado. “La diferencia, por ejemplo, con el Bosón de Higgs es que a pesar de que no teníamos el mecanismo para medirlo, sí imaginábamos la tecnología que teníamos que construir para hacerlo”, comentó.
“Para medir la existencia de 11 dimensiones del universo, no se nos ocurre ni siquiera el camino que un día nos podría llevar”, señaló. “Tener un mecanismo empieza a ser una cuestión no material y no sabemos cómo construir experimentos que no funcionen materialmente”, concluyó.