No se dio cuenta hasta que fue demasiado tarde. Fue el 16 de mayo de 2010 cuando Ronnie James Dio, cantante de Black Sabbath, murió en medio de un largo sufrimiento por el cáncer. Fue durante la última gira con su banda en 2009 cuando sentía dolores, pero nunca entendió lo que pasaba hasta que ya no había cura.
A través de un par de entrevistas con compañeros de la banda y su esposa, Wendy Dio, los fanáticos han conocido la verdad detrás del sufrimiento del cantante. El cual cayó en un coma finalmente, antes de fallecer.
Los dolores iniciales
«No sabíamos que era la última gira en ese momento. Antes de salir al escenario, algunas noches estaba como doblado con un terrible dolor en el estómago». Así lo expresó su compañero de banda Geezer Butler en el documental «Dreamers Never Die», sobre la situación que vivía el cantante durante su tour con Heaven and Hell.
El músico pensó que podía ser una fuerte indigestión, por lo que Dio y su esposa Wendy visitaron a un especialista en Beverly Hills, el cual le hizo pruebas del corazón entre otras. Así lo conto en una entrevista con Los Angeles Times. Sin embargo, el cáncer que se extendía por el estomago de Ronnie James Dio no fue detectado, por lo que siguió de gira para promocionar su álbum «The Devil You Know» en mayo de 2009. Terminaron el 29 de agosto del mismo año, y Dio no volvió a subirse a un escenario.
«Ronnie no quería tomarse un descanso», confirma Wendy al medio. De hecho, dice que Dio ya había enviado el equipo de Heaven and Hell de vuelta al extranjero, esperando tocar más conciertos.
Cómo se diagnosticó finalmente el cáncer de Ronnie James Dio
Después de un tiempo, el dolor de Dio fue insoportable. El músico pidió la segunda opinión de un médico que ele pidió un examen de sangre. El resultado fue un diagnostico de cáncer, pero Wendy cuenta que no pudo conseguir una cita en el prestigiosos MD Anderson Cancer Research Center de Houston.
Debido a esto, fueron a la Mayo Clinic de Minnesota, donde las noticias, recuerda Wendy, fueron devastadoras: «el médico me dijo: ‘No podemos hacer nada por ti. Deberías irte a casa y poner tus cosas en orden’. Fue horrible. Volvimos al hotel y lloramos a moco tendido, y entonces recibí un mensaje de texto diciendo que teníamos una cita en el MD Anderson».
Con ayuda de Tony Martell, de la Fundación T.J. Martell, Dio consiguió una cita en el centro de Texas, donde recibió el apoyo para poner en marcha el tratamiento. Esto lo ayudo a prolongar su vida, pero no fue suficiente. Dio entró en coma y murió el 16 de mayo de 2010.