“Cuando te emocionas, con cualquier cosa, encuentras que eso es entretenido y nadie te tiene que decir que pongas atención, porque estás feliz”, señaló Carolina Pérez Stephens.
En Palabra Que es Noticia, Antonio Quinteros y Andrea Moletto conversaron con Carolina Pérez Stephens, educadora de párvulo, máster en Harvard y autora de diferentes libros sobre infancias en distintos temas emocionales y cerebrales.
Carolina viene de Boston, luego de participar en un congreso llamado “Learning and the Brain”, el cual se realiza anualmente. El tema de este año es “teaching emotional brain” (educando cerebros emocionales). “Somos un todo, somos cerebro y emociones y el tema de la salud mental es un tema que se trata a nivel global y estamos todos preocupados”, afirmó.
“La diferencia es que en Estados Unidos hacen todas estas actividades para darnos herramientas a nosotros los profesores. Porque no sabemos cómo ayudar en la sala de clase, no sabemos cómo ayudar a nuestros hijos y para eso hay que leer y estudiar”, señaló.
¿Qué es lo que no sabemos?
Pérez asegura que “hoy estamos viviendo mucha incertidumbre, política, climática y lo que más le causa estrés a un cerebro adulto en la incertidumbre”. “Nosotros los adultos estamos muy bloqueados, muy estresados. No estamos dando el ancho con nuestros hijos”, puntualizó.
“Todas las generaciones ayudan a la generación siguiente y nuestra generación está muy estresada. Necesitamos ayuda y para eso están los expertos, los psicólogos, los psiquiatras, los que ven todo lo que está pasando y nos dicen ‘okay, calma’, esto es lo que está pasando con sus hijos, con sus alumnos”, comentó.
¿Qué es lo que hay que hacer?
La educadora señaló que “lo que más nos decían los expertos es que el ser humano es resiliente. Hemos llegado a este nivel del Planeta Tierra porque somos resilientes, sabemos resolver los problemas”.
“Pero hoy día no estamos sabiendo cómo hacerlo. Lo más importante es entender que los niños pueden superar todos estos problemas, pero con alegría, entendiendo lo que les está pasando”, agregó. “Tenemos que ser más empáticos, tenemos que volver a ser más humanos y mirarnos más a los ojos. Ahí parte todo”, enfatizó.
“Tenemos que ser más generosos, tenemos que querer más a nuestros niños y tenemos que hacer actividades que a ellos los hagan felices”, mencionó. “Tenemos que hacer más deporte, más canciones, más juegos. Tenemos que hacer que los niños vuelvan a quererse entre ellos”, añadió.
Concentración en los niños
Una de las soluciones que se han dado para aquellos niños que tienen problemas para concentrarse en clases es la medicación. Carolina señala que “esa receta va directa al fracaso. Si no hay emoción no hay concentración, no hay atención”.
“Cuando te emocionas, con cualquier cosa, encuentras que eso es entretenido y nadie te tiene que decir que pongas atención, porque estás feliz. Cuando hay atención, después hay aprendizaje. Estamos fallando en el primer componente que es la emoción”, aseguró.
“Tenemos que llegar al corazón de los niños para que ellos se quieran emocionar con las distintas materias y solitos van a poner atención, por lo tanto van a aprender. Si medico, no estoy agregando la emoción. Ese es, para mí, el gran problema de la educación chilena, que el profesor es latero, la materia es fome”, complementó.
“Obviamente hay que hacer cambios estructurales, pero también la parte emocional en las salas de clases. Si tengo 45 alumnos y una profe colapsada, ¿cómo voy a emocionar a los niños?”, cuestionó.
“Ninguna mujer puede parir 45 hijos, entonces es imposible que una profesora sea capaz de conectar con 45 niños al mismo tiempo. Tenemos que incorporar más profesores, necesitamos reducir los grupos”, puntualizó.